Un martes más, volvemos a disfrutar con la música clásica del Romanticismo, y esta vez enlazamos con el programa anterior, haciendo referencia a la figura del apasionado Félix Mendelssohn, quien vivió tan sólo 38 años y tuvo una hermana -Fanny- que fue también una importante compositora, como ya apuntamos en el artículo anterior. Nacido pues, en el seno de una familia muy artística, llena de músicos, pintores y escritores, el talento de los Mendelssohn corría por sus venas, de ahí su gran precocidad y genialidad. Ya tuvimos oportunidad de escuchar en el programa de la semana anterior varias piezas magníficas, pero se habían quedado algunas en la recámara, de tal manera que no queríamos dejar pasar la oportunidad de poner algunas más para que nuestro alumnos pudieran apreciar la maravillosa música de este compositor. Así pues, hemos elegido para hoy las sguientes piezas de la obra mendelssohniana: Sinfonía nº 3 en La menor, "Escocesa", op.56, en concreto el 4º movimiento (Allegro vivasissimo) y el 2º Movimiento de la Sinfonía nº4 en La Mayor, "Italiana", fruto de su viaje por Italia, país del que se quedó totalmente enamorado y que contrastaba por completo con lo que él había conocido hasta entonces. Este "Andante con moto" tiene un carácter de procesión religiosa, y es sin duda alguna un espectáculo que sobrecogió al músico durante su estancia en Roma durante Semana Santa.
Y seguimos nuestro recorrido por la música del Romanticismo, dando un salto de Mendelssohn a Fréderik Chopin, músico polaco que nació en 1810 y murió en París en 1849, y cuyo talento musical se manifestó a temparana edad, dado que con tan sólo 7 años ya había compuesto dos polonesas. Fue tal su éxito y fama, que como le ocurrió a Mozart, el "pequeño Chopin" pronto se convirtió en la atracción de los salones aristocráticos de Varsovia. En 1838 inicia una relación amorosa con la escritora George Sand, y marchan a Mallorca donde estuviron juntos ese invierno y donde la salud del músico empeoró sensiblemente. Se dice que Chopin fue alguien capaz de hacer cantar el piano, un instrumento que seguramente nunca ha estado tan cerca de la voz humana como bajo sus dedos. A partir de aquí, es muy difícil hacer una selección de la música de Chopin, debido a su excelencia, pero como no tenemos más remedio, hemos elegido para el día de hoy las siguientes piezas: el Noctuno nº 2 en Mi bemol mayor op. 9 nº 2 ("Andante") y el Nocturno nº 4 en Fa mayor op.15, nº1. Los Nocturnos nos muestran el Chopin más íntimo, lírico y romántico, y ellos se hace referencia a un tipo de composición concebida para ser interpretada de noche. Por último, acabamos el programa de hoy con el 2º Movimiento del Concierto para piano nº 1 en Sí bemol menor op.32, cargado de una pasión y una belleza que llega al alma. Y un dato más: como pianista, Chopin se mostraba en los salones de la burguesía y de la nobleza, pues el concepto de recital público como lo conecemos hoy en día había de esperar unos años más para ser una realidad. (Nieves Raya)
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