El Barroco musical es un periodo que abarca desde finales del siglo XVI hasta aproximadamente 1750, fecha de la muerte de Bach. El paso del Renacimiento al Barroco no fue al mismo tiempo en todos los países pero se acepta la fecha de 1600, cuando se representó en Florencia la ópera “Euridice” de Jacopo Peri.
Italia fue la nación más influyente de Europa. Francia, a partir de 1630 comenzó a desarrollar un estilo nacional que se opuso a las influencias italianas. En Alemania, la cultura musical debilitada durante el siglo XVI por la guerra de los treinta años, tuvo un resurgimiento posterior que culminó en la obra de Bach. En Inglaterra reinaba el estilo italiano. A finales del Barroco, la música se había convertido en un lenguaje internacional con raíces italianas.
Podemos distinguir tres periodos: 1) Barroco temprano o primer barroco (1570-1620) donde se produce una oposición al contrapunto, nace el estilo recitativo, la armonía tiene un carácter experimental sin una orientación tonal, uso libre de las disonancias y la música vocal se considera más importante que la instrumental; 2) Barroco pleno o medio (1620-1680), donde se vuelve a utilizar la textura contrapuntística, se crea una tonalidad rudimentaria que limitaba el uso de las disonancias, las formas musicales adquieren grandes dimensiones y se produce una separación clara entre música instrumental y vocal; 3) Barroco final o tardío (1680-1750) donde la tonalidad está plenamente establecida con un tratamiento especial de las disonancias y la música instrumental se desarrolla adquiriendo gran importancia. La mayor parte de los músicos del Barroco se agolpa en este periodo.
Si durante el Renacimiento el Humanismo revaloriza la figura del hombre, durante el Barroco se acentúa la expresión de los sentimientos, dando lugar a una libertad de formas. El virtuosismo individual, que se desarrolla gracias al arte de la ornamentación, sustituye al grupo coral y los intérpretes virtuosos que no necesitan partituras serán el centro de admiración. Si en las artes plásticas se produce una pérdida de la línea a favor de los efectos luminosos claro-oscuro y pérdida de la superficie plana en favor de la profundidad, en música esto se traduce en la importancia de la dinámica, los contrastes y el movimiento, oponiéndose al estatismo del Renacimiento. Todo esto se corresponde con la dinámica y movimiento interior necesario para la expresión de sentimientos.
La música que estamos escuchando se corresponde con el tercer periodo del Barroco. Hasta entonces, la música vocal había ejercido una hegemonía absoluta; ahora, por primera vez, la música instrumental va a rivalizar con la vocal en importancia. Esto se debe al grado de perfeccionamiento de los instrumentos y a las nuevas formas musicales instrumentales heredadas del periodo anterior.
Las piezas de contrapunto imitativo continuo, que no se dividían en secciones como el ricercare, dieron lugar al estilo fugado y a la fuga. Las piezas de contrapunto imitativo discontinuo, que se dividían en secciones como la canzona, dieron lugar a la sonata da chiesa (de iglesia). Las danzas y otras piezas con ritmos de baile se desarrollaron en suites. Otras piezas que se mantienen de estilo improvisado para un solo instrumento son las tocatas, fantasías o preludios. Por último, del estilo policoral veneciano, concretamente del estilo concertato, surgirá el concierto.
Algunas de las piezas instrumentales del Barroco tardío favoritas son el Canon de Pachelbel, piezas de estilo fugado como la sinfonía y piezas de suites de Bach, la Sarabanda de Haendel, el Rondeau de Purcell que posteriormente ha sido utilizado por Benjamín Britten en su Guía de Orquesta para Jóvenes, el Adagio de Albinoni y ciertos movimientos de los más de 400 conciertos de Vivaldi.
Italia fue la nación más influyente de Europa. Francia, a partir de 1630 comenzó a desarrollar un estilo nacional que se opuso a las influencias italianas. En Alemania, la cultura musical debilitada durante el siglo XVI por la guerra de los treinta años, tuvo un resurgimiento posterior que culminó en la obra de Bach. En Inglaterra reinaba el estilo italiano. A finales del Barroco, la música se había convertido en un lenguaje internacional con raíces italianas.
Podemos distinguir tres periodos: 1) Barroco temprano o primer barroco (1570-1620) donde se produce una oposición al contrapunto, nace el estilo recitativo, la armonía tiene un carácter experimental sin una orientación tonal, uso libre de las disonancias y la música vocal se considera más importante que la instrumental; 2) Barroco pleno o medio (1620-1680), donde se vuelve a utilizar la textura contrapuntística, se crea una tonalidad rudimentaria que limitaba el uso de las disonancias, las formas musicales adquieren grandes dimensiones y se produce una separación clara entre música instrumental y vocal; 3) Barroco final o tardío (1680-1750) donde la tonalidad está plenamente establecida con un tratamiento especial de las disonancias y la música instrumental se desarrolla adquiriendo gran importancia. La mayor parte de los músicos del Barroco se agolpa en este periodo.
Si durante el Renacimiento el Humanismo revaloriza la figura del hombre, durante el Barroco se acentúa la expresión de los sentimientos, dando lugar a una libertad de formas. El virtuosismo individual, que se desarrolla gracias al arte de la ornamentación, sustituye al grupo coral y los intérpretes virtuosos que no necesitan partituras serán el centro de admiración. Si en las artes plásticas se produce una pérdida de la línea a favor de los efectos luminosos claro-oscuro y pérdida de la superficie plana en favor de la profundidad, en música esto se traduce en la importancia de la dinámica, los contrastes y el movimiento, oponiéndose al estatismo del Renacimiento. Todo esto se corresponde con la dinámica y movimiento interior necesario para la expresión de sentimientos.
La música que estamos escuchando se corresponde con el tercer periodo del Barroco. Hasta entonces, la música vocal había ejercido una hegemonía absoluta; ahora, por primera vez, la música instrumental va a rivalizar con la vocal en importancia. Esto se debe al grado de perfeccionamiento de los instrumentos y a las nuevas formas musicales instrumentales heredadas del periodo anterior.
Las piezas de contrapunto imitativo continuo, que no se dividían en secciones como el ricercare, dieron lugar al estilo fugado y a la fuga. Las piezas de contrapunto imitativo discontinuo, que se dividían en secciones como la canzona, dieron lugar a la sonata da chiesa (de iglesia). Las danzas y otras piezas con ritmos de baile se desarrollaron en suites. Otras piezas que se mantienen de estilo improvisado para un solo instrumento son las tocatas, fantasías o preludios. Por último, del estilo policoral veneciano, concretamente del estilo concertato, surgirá el concierto.
Algunas de las piezas instrumentales del Barroco tardío favoritas son el Canon de Pachelbel, piezas de estilo fugado como la sinfonía y piezas de suites de Bach, la Sarabanda de Haendel, el Rondeau de Purcell que posteriormente ha sido utilizado por Benjamín Britten en su Guía de Orquesta para Jóvenes, el Adagio de Albinoni y ciertos movimientos de los más de 400 conciertos de Vivaldi.
Celia Bueno.
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