jueves, 27 de octubre de 2011

Popkesí: Ana Curra


Hoy dedicamos nuestro programa a una de las grandes de nuestra música pop: Ana Curra, auténtica musa de la Movida madrileña y una de las personalidades más reconocidas, respetadas y admiradas del mundillo musical pues ha sido protagonista en primera persona de la historia de tres grandes bandas de nuestra música: Alaska y los Pegamoides, Parálisis Permanente y Seres Vacíos.
Ana Curra, de verdadero nombre Ana Isabel Fernández, se plantó en Madrid, desde El Escorial, para estudiar farmacia y ya tenía 5º de piano. Tras un viaje a Londres todo cambió y se metió de cabeza en la Movida convirtiéndose por siempre en la dueña de los teclados de Alaska y los Pegamoides. Tras disolverse Alaska y Los Pegamoides se incorpora a Parálisis Permanente, la banda de su pareja y también pegamoide Eduardo Benavente (al que dedicamos nuestro 28 Popkesí). Lamentablemente, la muerte de Eduardo en accidente acabó con el grupo. Paralelamente a Parálisis, Ana ya lideraba otro proyecto: Seres Vacíos, con los que editó tres maxis, el último en el 84.
En 1985 se lanza en solitario con un maxisingle “Una noche sin ti” con un sonido más comercial del que nos tenía, hasta ese momento, acostumbrados. Este disco contiene cuatro canciones, hemos seleccionado tres: Una noche sin ti, Lágrimas, la más gótica del conjunto, y la más rockera Volveré. La cuarta canción es una versión instrumental de Lágrimas. Este disco tiene unos arreglos tecno y de guitarras más potentes y una producción un tanto estridente que suena muy glam y ochentena con un acabado de los temas más limpio, dejando un tanto al margen el lado siniestro y oscuro de sus dos bandas anteriores. En él colaboran músicos de la talla de José Battaglio (de La Frontera) que pone la voz a Volveré, su compañero de Parálisis y Seres Vacíos Rafa Balmaseda y el batería Carlos Torero que había pasado por infinidad de grupos. Este maxi fue publicado por Hispavox, discográfica que había editado los discos de los Pegamoides y editaba los de Dinarama, tuvo bastante repercusión comercial y fue elegido por los oyentes de Radio 3 como el mejor del 85.
Dos años más tarde, en 1987, Ana Curra vuelve a la carga con el que es, hasta ahora, su único Lp en solitario con el expresivo título de “Volviendo a las andadas”, con una preciosa portada de uno los mejores fotógrafos de nuestro panorama nacional: Alberto García Alix y es que Ana puede presumir de tener una de las mejores colecciones de fotos de todos nuestros músicos como un auténtico icono que es.
Hemos seleccionado tres canciones: la muy Dinarama En esta tarde gris, Envuelta en ron que recuerda por su ritmo clásico de rock and roll, aunque más acelerado, a los primeros Duncan Dhu y Santo y diablo, que tiene una letra muy extraña en la que dice “Creo que sí, que los demonios juegan al balón con nuestras almas” y en la que las voces nos recuerdan a su excompañera Alaska con la que volvería a colaborar en el 89 en una versión de Quiero ser santa en el Fan Fatal, último disco de Alaska y Dinarama.
Este disco puede ser calificado de discreto y en él Ana Curra no acaba de encontrar su verdadero estilo navegando entre recuerdos de su pasada oscuridad y arreglos metalizados ochentenos. Tampoco ayudó el que la presentación del disco fuera una versión del Rien de Rien de Edith Piaff que hemos preferido omitir. Volviendo a las andadas no cubrió las expectativas de la discográfica y Ana Curra, cansada del mercado discográfico, vuelve a El Escorial a impartir clases de piano en el Conservatorio. Sin saberlo estábamos oyendo por última vez en 20 años la sugerente, misteriosa y tierna voz de Ana Curra.
Sin embargo, Ana siempre ha estado vinculada a la música pero a un nivel más minoritario como su participación en el 93 en Los Vengadores, el homenaje a Toti, el último batería de los Pegamoides o el disco Polvo de Ángel de El Ángel en ese mismo año. Tras un larguísimo silencio en el que siempre se la echó de menos, en 2007 vuelve a aparecer en público en un concierto homenaje a Jesús Ordovás cantando junto Digital 21, es decir, el malagueño Miguel López Mora. Ahí surge la idea de crear un proyecto musical que ve la luz en 2010 con el nombre de Digital 21 vs Ana Curra”, un disco coherente con la formación de ambos artistas en el que se unen la electrónica con la música clásica, el rock y el punk. De él oímos su presentación Arrebato, en referencia a la película de Iván Zulueta. Este regreso es una apuesta musical arriesgada y nada comercial de una mujer que merece un mayor reconocimiento y que ha sido desde siempre uno de mis grandes ídolos y de la que conservo, como oro en paño, un autógrafo del año 89.

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