miércoles, 10 de abril de 2013

Homenaje a un gran escritor.



A principios de esta semana se nos ha ido uno de los grandes escritores de las letras hispanas, José Luis Sampedro, un gran economista y novelista, muy implicado en los últimos años con las causas sociales y con el movimiento 15-M. Recordemos, por ejemplo, el estupendo prólogo que antecede al ensayo Indignaos de Stephane Hessel, una mordaz crítica contra la indiferencia de los que sufren las terribles consecuencias de la crisis y de las desigualdades sociales, una defensa a favor de la insurrección pacífica.

José Luis Sampedro nació en 1917 en Barcelona, pasó parte de su infancia en Tánger y vivió de pleno la Guerra Civil. Durante el conflicto fue movilizado primero por el ejército republicano, y más lo cambiaron de bando y pasó al nacional. Él mismo confiesa que procedía de una familia conservadora ("En casa se leía en ABC") y que pensaba que el socialismo suponía la temida anarquía. La Guerra Civil, le marcó por completo, como a todos los españoles, pero en su caso le supuso el inicio de una evolución ideológica que derivaría con el tiempo en la defensa a ultranza de las causas sociales.

A lo largo de su dilatada vida compatibilizó su carrera de Economista con su pasión por la literatura. Así en 1948 entró al Servicio del Banco Exterior de España; en 1951 fue Asesor del Ministro de Comercio; en 1955 es nombrado Catedrático de Estructura Económica; entre 1969 y 1970 acepta un puesto por una año como "Visiting Profesor" en las Universidades de Salford y Liverpool, y a su vuelta solicita la excendencia en la Universidad de Madrid; en 1976 regresa al Banco Exterior como Economista Asesor; en 1977 es designado Senador; en 1984 vuelve a la Dirección General de Aduanas en donde le llega la jubilación; en 1990 es elegido miembro de la RAE, cargo que ostentó hasta su reciente muerte el pasado 8 de abril; y en 2011 se le concedió el Premio Nacional de las Letras Españolas.

Como escritor compaginó -como hemos dicho- su pasión por la literatura con la publicación de diversos libros y ensayos vinculados al mundo de la Economía: Principios prácticos de la localización industrial (1957), Las fuerzas económicas de nuestro tiempo (1967), Conciencia del subdesarrollo (1973), El mercado y la globalización (2002)  o Economía humanista. Algo más que cifras (2009).

En cuanto a su producción literaria, podemos destacar Octubre, octubre (1981), La sonrisa etrusca (1985), La vieja sirena (1990), Real sitio (1993) o El amante Lesbiano (2000). Además de estas obras hay que citar El río que nos lleva, publicada en 1961, que ha sido la única de sus novelas que se ha llevado al cine. En dicha obra el escritor hace un homenaje a los gancheros del río Tajo, cuyo trabajo era transportar la maderada desde la serranía Ibérica en Guadalajara, hacia la vega de Aranjuez. 

En la adaptación cinematográfica de 1988, dirigida por Antonio del Real y protagonizada en el papel principal por Alfredo Landa, José Luis Sampedro colaboró con Antonio Larreta en la adaptación de su propia novela al formato del guion cinematográfico. 



De entre las obras literarias que me he leído de José Luis Sampedro - Octubre, octubre, Real Sitio, La vieja sirena o La sonrisa etrusca-  recomendaría a nuestros alumnos de Secundaria y Bachillerato, La sonrisa etrusca. Se trata de un libro maravilloso, tierno e inteligente, de esos que puedes leer más de una vez y sigue sorprendiéndote.  En esta novela un viejo campesino calabrés, Salvatore Roncone,  llega a casa de su hijo Renato en Milán para someterse a un tratamiento oncológico. A partir de este momento su vida se ve alterada por el choque con el mundo de la gran ciudad y por el hecho de tener que compartir la vida con la familia de su hijo. En esta situación de desequilibrio emocional, Salvatore encontrará en su nieto Bruno, la razón de su existencia en una vida que se le va ya a borbotones.   

Como veréis, la sección radiofónica "Cine y Literatura" ha tenido hoy un tono diferente, pero creemos que la ocasión lo merecía, porque aunque de manera breve, había que incluir un homenaje a este gran escritor y humanista.          

3 comentarios:

GEHA dijo...

Me sumo al homenaje a José Luis Sampedro, que ha sido un extraordinario escritor, un lúcido intelectual que ha puesto en crítica el actual sistema político y económico y un muy brillante profesor universitario. Desde su cargo docente ha defendido un análisis estructural de la economía, en el que se señalaba la presencia de condicionantes técnicos y sociales que afectan al comportamiento de los actores económicos reales que no funcionan como establecen los manuales convencionales de economía. Según su perspectiva, la economía "real" es compleja socialmente y cambiante desde el punto de vista estructural debido a la presencia de conflictos e intereses divergentes, clases sociales, objetivos de mercado contrapuestos, un acceso desigual al progreso técnico y mediaciones políticas o institucionales que modifican la actuación de todos los actores económicos, desde el empresario hasta el consumidor. José Luis Sampedro se definía como metaeconomista debido a que se dedicaba a estudiar la historia de la teoría económica y, especialmente, la obra de los "disidentes": los históricos, los institucionalistas, los marxistas y los estructuralistas franceses. Por ello, no es extraño que sus clases dieran la sensación de estar muy en contacto con la realidad, de tener presente el aspecto más humano en el frío estudio económico y de ser muy crítico con el actual orden establecido.

Esto nos lleva a su faceta de intelectual comprometido, ya que Sampedro, espíritu joven y sensato, siempre estuvo atento al esfuerzo de dar respuesta a todos los aspectos de la realidad que deben ser cambiados. Y esta postura no fue abandonada en ningún momento de su vida, desde sus protestas cuando catedráticos antifranquistas fueron apartados de su puesto en la segunda mitad de la década de 1960 hasta su destacada aportación ideológica al movimiento del 15-M. Su identificación como indignado de avanzada edad con los jóvenes que llenaron la Puerta del Sol madrileña dio solidez al movimiento y provocó la incomodidad de los partidos de turno, los mantenedores del ¿orden? establecido.

Sampedro se llamaba a sí mismo disidente. Era lo que las mentes acomodadas en las estructuras de poder llaman un "antisistema". En realidad, un insubordinado de un mundo insostenible, en el que el beneficio económico se impone sobre otras formas de organizar la realidad más aceptables. Afirmaba que "otro mundo no solo es posible, es seguro". En su opinión, el poder establecido quiere hacer creer al conjunto de la población que no hay otra forma de organizar el sistema, a pesar de que está dando muestras cada vez más claras de agotamiento. El reto está, según decía, en procurar que la alternativa a este modelo en peligro de colapso sea un mundo más justo, humano y vivible. Según ha declarado su viuda, su última voluntad ha sido que se recuerde esto, que no se gasten fuerzas en llorar su muerte sino combatiendo por este objetivo.

Rosa María Calderón dijo...

¡Qué comentario tan magnífico!

Gracias, GEHA

Yolanda Jiménez dijo...

Me sumo con emoción y profunda admiración al homenaje de Rosa Mª y al de Geha en su comentario a José Luis San Pedro. Reconozco al magnífico escritor y al economista valiente que nos sacó del error de pensar que es sistema solo podía general capital y que este debía estar en manos de unos pocos. Su último grito fue una petición: Indignaos. Su voz literaria, la de La vieja sirena, La sonrisa etrusca o El río que nos lleva sigue viva. Un aplauso para Jose Luis Sampedro, fuerte. Personas como él son los imprescindibles.