El cambio de hora que se produjo el pasado domingo 31 de marzo, cuando los relojes se adelantaron una hora, permitirá ahorrar hasta un 5 % del consumo eléctrico en iluminación, que equivale a unos 300 millones de euros, según datos recogidos por el Ministerio de Industria.
De este potencial ahorro, 90 millones de euros corresponderían a los hogares -lo que supone unos 6 euros por hogar- y los 210 millones restantes a los edificios del sector terciario y la industria.
El cambio de hora comenzó a implantarse a partir de 1974, tras la primera crisis del petróleo, y se convirtió en directiva europea en 1981.
Pero, ¿Cómo afecta el cambio de hora a nuestra salud? ¿Cuánto tardamos en adaptarnos? Para hablarnos de esto hemos tenido en nuestra radio a Maite Jarana y a Mª Carmen Romero de 1º de ESO, que nos han comentado esta noticia.
El cambio de horario que supone el paso del invierno a la primavera con un mayor número de horas de luz solar puede generar en algunos sectores de la población cansancio, malestar general, somnolencia e incluso alteraciones en el estado de ánimo. Estas pequeñas alteraciones son efectos normales que se superan en un corto espacio de tiempo de entre 3 y 7 días. Y suceden porque las funciones de los órganos más importantes del ser humano dependen de la fabricación y secreción de hormonas vinculadas directamente con los ciclos de vigilia y sueño –cortisol y melatonina-, de tal modo que al adelantar los relojes una hora se produce una desincronización entre los ritmos internos y los ambientales que pueden producir alteraciones transitorias en su bienestar y sufrir irritabilidad, cefaleas o incluso dificultades para mantener la atención y la concentración.
Los más afectados suelen ser las personas con problemas neurológicos ya que se pueden ver agudizados los síntomas. Los niños se adaptan con mayor facilidad, no obstante, la modificación en los horarios de las comidas puede producir un aumento de la secreción del jugo gástrico y del apetito por la noche.
También tiene beneficios como que proporciona más horas de luz y por lo tanto más tiempo para poder ejercitarse al aire libre. El incremento también permite una mayor exposición al sol lo que dispara la síntesis de vitamina D. El buen tiempo y los largos días de sol posibilitarán que los sistemas periféricos se sincronicen de manera más natural con el medio ambiente.
Como el cambio de hora se hace en domingo Unos simples cambios de hábitos en nuestro día a día puede facilitar que el cambio de hora no suponga ninguna crisis en nuestro organismo. Madrugar un poco el sábado y domingo para que a nuestro cuerpo no le cueste tanto hacerlo el lunes o hacer algo de ejercicio durante el fin de semana pueden ser algunos ejemplos.
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/informacion/2013/03/27/cambio-hora-consecuencias-afecta-salud/00031364387664968355844.htm
http://economia.elpais.com/economia/2013/03/29/agencias/1364551247_978270.html
http://www.muyinteresante.es/salud/preguntas-respuestas/cuanto-tardamos-en-adaptarnos-al-cambio-de-hora-de-primavera-411364889949
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