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LOS SONIDOS DE LA MAÑANA”, programa del Lunes 21 de Febrero, dedicado al día de Andalucía y a uno de nuestros músicos andaluces más importantes.
MANUEL DE FALLA.
Nace en Cádiz el 23 de noviembre de 1876 y muere en Alta Gracia (Argentina) el 14 de noviembre de 1946. Fue un compositor perteneciente al Nacionalismo Español y junto con Isaac Albéniz y Enrique Granados, de los músicos más importantes de España en la primera mitad del Siglo XX.
Recibe sus primeras lecciones de Solfeo de mano de su madre, que era intérprete de piano y ya en 1889
prosigue sus estudios de piano con Alejandro Odero y aprendió armonía y contrapunto con Enrique Broca. A los quince años sus intereses eran principalmente la literatura y el periodismo.
Tras asistir a un concierto en Cádiz donde se interpretaron, entre otras, obras de Edvard Grieg , sentirá que su “vocación definitiva era la música”.
A partir de 1896 comenzó a viajar a Madrid, donde asistió al Real Conservatorio de Música y Declamación. Allí se perfeccionó en piano con José Tragó, un condiscípulo de Isaac Albéniz. Ese mismo año se trasladó definitivamente a Madrid, donde al año siguiente se trasladó definitivamente a Madrid, donde al año siguiente finalizó con honores sus estudios en el Conservatorio.
En 1901 conoció a Felipe Pedrell, quien tendrá una notable influencia en su posterior carrera ya que despertó en él el interés por el flamenco y, en especial por el canto jondo.
La siguiente etapa de su formación tuvo lugar en Francia. En 1907 se afincó en París, por consejo de Joaquín Turina y Víctor Mirecki y allí entró en relación con Claude Debussy, Maurice Ravel, Paul Dukas, Isaac Albéniz, Alexis Roland o Pablo Picasso entre otros.
Será Debussy quien admiraba el arte flamenco de España el que le aconsejó que tomara esta música como fuente de inspiración; consejo que el español debió tener en cuenta en obras como “Noches en los Jardines de España”, en que el impresionismo contemporáneo se utiliza casi como soporte para armonías, ritmos y sonoridades flamencas.
En 1914 compuso “Las Siete Canciones Populares Españolas”. Tras el inicio de la Primera Guerra Mundial, Falla regresó a su país natal y fijó su residencia de nuevo en Madrid.
El 5 de Junio de ese año Falla entabló contacto con el gran músico Igor Stravinski y Sergéi Diágilev, cuyos célebre Ballets Rusos se hallaban por aquella época en Madrid, e inició un viaje por el Sur del país acompañado por Diágilev y el bailarín Léonide Massine. A lo largo de esa primavera y verano se realizaron varios conciertos en Sevilla, Cádiz y Granada.
El 22 de Julio los Ballets Rusos de Diágilev realizaron el estreno de “El Sombrero de tres picos” en Londres, con coreografía de Massine y decorados y figuración de Pablo Picasso. Esta obra pasó a formar parte del repertorio fijo de la compañía rusa.
Por encargo de Arthur Rubinstein comienza a componer “Fantasia Baetica” e inició las negociaciones del contrato con la firma Chester de Londres, que pasaron a ser sus principales editores.
El 15 de Septiembre el Centro Artístico de Granada le tributó un homenaje, por lo que Falla realizó un viaje a la ciudad, quedándose allí temporalmente en compañía de amigos, como Federico García Lorca y llevando una vida retirada. Finalmente a comienzos de 1922 estableció definitivamente su residencia en el carmen de la Antequeruela Alta, Nº 11.
El 28 de septiembre de 1939, después de la Guerra Civil Española y en puertas de la Segunda Guerra Mundial, Manuel de Falla se exilió en Angertina , a pesar de los intentos de los gobiernos del general Franco, que le ofrecían una pensión si regresaba a España. Fue nombrado Caballero, con el grado de Gran Cruz, de la Orden de Alfonso X el Sabio en 1940. No obstante, vivió en su exilio argentino gracias a la ayuda de algunos mecenas. Finalmente falleció el 14 de noviembre de 1946 tras sufrir una parada cardiorrespiratoria.
Entre las curiosidades que os traemos hoy de nuestro músico andaluz destacan:
Como homenaje a su labor artística, el Banco de España decidió emplear un retrato de Manuel de Falla en el anverso de los billetes de 100 pesetas, que fueron emitidos a partir del 19 de noviembre de 1965.
Su casa natal se encuentra en Cádiz en la famosa Plaza de Minas( en el Nº 3).
Tenía una personalidad un tanto especial. Entre sus múltiples manías se encuentra una fuerte aversión a la suciedad, hasta el punto de tener que desinfectar personalmente con alcohol cada una de las teclas del piano en el que tocaba cuando daba un concierto, por el simple hecho de que había pasado por muchas manos. Tenía fobia a los microbios. Incluso llegó a desarrollar una tendinitis de tanto lavarse las manos.
La obra que vamos a escuchar hoy es una selección de “El Amor Brujo”.
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