Lo siento de veras. ¿No has podido ir a Cazorla?, lo siento. Te has perdido una experiencia alucinante. Como diría Jesulín en dos palabras: in creible (o ese era Bisbal...?). Bueno, al caso, todo o casi todo ha salido genial: el paisaje natural... inmejorable; las actividades deportivas... chulísimas; el hotel... muchos cuernos (de ciervos); la comida de los alumnos y alumnas... mejor que en McDonalds; la comida de los profes... a la carta (comía el que sacaba la carta más alta); el comportamiento de nuestros alumnos y alumnas... bien, con matices (como Raúl Nieto diría, con claroscuros).
Una gran experiencia el compartir estos tres días con alumnos, alumnas, profesores y profesoras en un contexto distinto del habitual Instituto. El que escribe, desde luego, se lleva una vivencia que no olvidará hasta... hasta por lo menos Septiembre (¡ojo!, no digo el año). Dar las gracias a D. Pedro Dominguez por organizar este viaje, y a Beli, a Pedro Molina y a Ramón por hacernos las evaluaciones tan eficientemente; y por supuesto a mis compis de viaje: D. Jorge, Marina e Isabel.
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