-En la elección de nuestra pareja se sabe que interviene un componente cultural muy importante y por supuesto hay que estar dispuesto a enamorarse.
-En el caso de las mujeres, el enamoramiento se asocia con una
mayor actividad con áreas cerebrales relacionadas con
la capacidad de recordar. Las mujeres nos acordamos de todos los detalles…
-En los mamíferos, cuando están realmente locos de amor, su cerebro fabrica dopamina, un estimulante natural que proporciona sensaciones de plenitud, euforia y cambios de humor.
-Cuando encontramos a la persona deseada se dispara la señal de alarma, nuestro organismo entra entonces en ebullición. Sus efectos se hacen notar al instante:
•El corazón late más deprisa (130 pulsaciones por minuto).
•La presión arterial máxima sube.
•Se liberan grasas y azúcares para aumentar la capacidad muscular.
•Se generan más glóbulos rojos a fin de mejorar el transporte de oxígeno por la corriente sanguínea.
•Los enamorados puedan permanecer horas y noches enteras con una elevada actividad, sin sensación alguna de cansancio o sueño.
-Los hombres se enamoran más deprisa que las mujeres pero los dos son igualmente apasionados.
-Los hombres descubrimos una mayor actividad en una pequeña región cerebral asociada con la integración de los estímulos visuales sobre los estímulos olfativos O sea que las imágenes visuales son más importantes que el olor. Por eso lo llaman amor a primera vista, no amor a primera olida.
-Parece ser que el chocolate activa los mismos tipos de neuronas que el amor romántico, y es por eso que ambos son adictivos
-El impulso sexual es diferente del amor romántico y es diferente del afecto. El deseo sexual y el amor son cosas distintas y los caminos cerebrales que los rigen también son diferentes
-En el cerebro, el amor y el odio se parecen mucho. De hecho, si se analizan los ciclos cardiacos de una persona, no se puede apreciar la diferencia entre si una persona acaba de matar a otra o ha tenido un orgasmo.
-Y al final, casi siempre llega la ruptura y la desesperación. Todo salta por los aires, y aparecen la tristeza y la depresión.
Científicamente entonces, existe una química interna que se relaciona con nuestras emociones, sentimientos y conductas; Sin embargo, si queremos conservar aquella pareja que nos ha hecho liberar una gran cantidad sustancias químicas y ha provocado que nos comportemos y sintamos de manera diferente, es necesario buscar formas efectivas de convivencia y luchar para que el proceso deje de ser meramente químico.
http://www.eduardpunset.es/427/charlas-con/la-quimica-del-amor
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