martes, 14 de febrero de 2012

Micenas





Si la civilización Minoica con sus palacios y sus leyendas como el famoso rey Minos, su hijo el Minotauro y héroes como Teseo y Ariadna, nos hablaban de tiempos perdidos en la memoria. Hoy vamos a seguir hablando de viejas leyendas vinculadas con el mundo griego, leyendas, que otros “visionarios” arqueólogos demostraron que tenían una base de verdad. Tras la caída de la Civilización Minoica a la que pertenecían los palacios cretenses, como el de Cnosos y el yacimiento de Akrotiri, el poder pasó a los Micénicos, cuyo rey más famoso fue Agamenón, el rey aqueo que, según la leyenda, se lanzó a la Guerra de Troya, tras el rapto de Helena, por el príncipe Paris, como nos cuenta la Ilíada. Hoy vamos a hablar de la Civilización Micénica, vamos a averiguar algo más de los aqueos, los destructores de Troya y vamos a ver qué hay de verdad en esas leyendas...

¿Qué sabemos hoy de Micenas y sus tesoros?El yacimiento arqueológico de Micenas está situado a 90 kilómetros al suroeste de Atenas, en el noreste de la península del Peloponeso. Fue descubierto por Henri Schliemann, el descubridor de Troya”, en 1874, cuando intentaba descubrir el “mundo homérico” que se narraba en la Iliada y la Odisea. Según la mitología la ciudad había sido fundada por Perseo, hijo del dios Zeus quien construyó con ayuda de los cíclopes las murallas de la ciudad con enormes bloques de piedra que por eso se denominan ciclópeas. Estas murallas fueron lo primero que encontró Schliemann cuando excavó.

Los micénicos o aqueos, como se denominaban a sí mismos, fueron el primer pueblo propiamente griego que se estableció en Grecia. Hablaban una forma de griego primitivo y ya adoraban a los dioses griegos que conocemos. Llegaron a Grecia hacia el año 2200 a. C. estableciéndose en el Peloponeso alrededor del año 1600 a. C. Sus gestas fueron contadas por Homero en la Ilíada y la Odisea. Eran un pueblo guerrero, que vivía en fortalezas situadas en acrópolis amuralladas, destacan las acrópolis de Micenas, Tirinto y Pilos. Estas ciudadelas fortificadas estaban reservadas para el rey, su familia, los nobles y su guardia personal. Esta aristocracia militar dominaba la vida de la ciudad en una época en la que Grecia estaba dividida en pequeños territorios cuyos recursos procedían de la agricultura y la ganadería. Los aldeanos tenían sus casas fuera del recinto amurallado, pero podían buscar resguardarse tras las murallas en caso de ataque. Micenas, tenía una formidable muralla de 13 metros de alto por 7 metros de espesor.


A la ciudad se accedía por la denominada “Puerta de los Leones”, puerta monumental con dos leonas esculpidas que representaban el poder micénico. A la derecha de la entrada se encontraba un cementerio de forma circular delimitado con grandes losas verticales en el que se disponían varias tumbas del siglo XVI a.C. Aquí se encontraron la mayoría de las joyas de oro de Micenas y la máscara funeraria, también de oro, que Schliemann atribuyó erróneamente al rey Agamenón. Posteriormente los micénicos sustituyeron estas tumbas por grandes sepulturas subterráneas abovedadas llamadas «tholos» que construyeron fuera de la ciudad. Una de ellas es la denominada por Schlieman el “Tesoro de Atreo” en memoria del padre de Agamenón.


A través de una rampa se accedía al centro de la ciudadela, donde coronando la colina se encontraba el llamado “Palacio de Agamenón” . La habitación principal, como en todos los palacios micénicos, es el «megaron» o «gran salón», uno de los elementos más característicos de la arquitectura micénica, compuesto por un pórtico abierto con dos columnas, un vestíbulo, o «pronaos» y la sala principal cerrada de planta rectangular, también llamada «cella» o «naos». En esta sala los soberanos recibían a sus huéspedes, llevaban a cabo los banquetes rituales, escuchaban en privado las presentaciones de los rapsodas y aedos y celebraban consejos de guerra. La estancia principal del «megaron» que podía tener dos pisos, tenía un hogar en el centro, rodeado de cuatro columnas que soportaban el techo. El trono estaba adosado a la pared, frente al hogar. Esta planta del «megaron» se considera el antecedente del templo griego. Los micénicos fueron contemporáneos de la Civilización Cretense o Minoica a la que sucedieron y de la que incorporaron, su escritura, el llamado “lineal B”, y gran parte de su arte y de su cultura. Los aqueos realizaron frecuentes expediciones de saqueo a las islas dominadas por los cretenses y tras la erupción del volcán de la isla de Thera y el tsunami posterior se hicieron con el control de toda Grecia. Hacia 1200 a. C. el poder de los aqueos comenzó a declinar y alrededor de 1100 a. C. la ciudadela fue destruida sin saber a ciencia cierta por qué o por quién. Algunos creen que fue la invasión de los dorios la que acabó con la civilización Micénica. Más tarde, en época arcaica griega volvió a ser repoblada, aunque ya no alcanzaría la importancia que tuvo. De hecho se conoce que la polis de Argos la destruyó de nuevo por completo el año 468 a. C. y no fue hasta la época helenística cuando volvió a recuperar un cierto renacimiento.
http://www.guiadegrecia.com/pelopo/micenas.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Civilizacion micenica
http://es.wikipedia.org/wiki/Micenas


Elena Toribio

No hay comentarios: