miércoles, 8 de marzo de 2017

LA CIENCIA TAMBIÉN TIENE CARA DE MUJER (II)

Continuando con la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, y centrándonos en el papel que las mujeres desempeñan y han desempeñado en la Ciencia, junto con la exposición "LA CIENCIA TAMBIÉN TIENE CARA DE MUJER", fruto del trabajo del alumnado de 3ºESO en Física y Química, hoy se ha completado la exposición con el rendido tributo a Gertrudis de la Fuente.

Fallecida recientemente,  Gertrudis de la Fuente representa el esfuerzo de las mujeres de clase obrera en su lucha por alcanzar la élite en la Ciencia en igualdad de condiciones que los hombres.

Transcribimos a continuación algunas pistas sobre el inmenso legado que esta excepcional mujer ha dejado:

                 Gertrudis de la Fuente, una científica para recordar




Gertrudis de la Fuente Sánchez (21 de agosto 1921-23 enero 2017)

"Gertrudis de la Fuente falleció a sus 95 años de edad a causa de una afección pulmonar. Con esta pérdida, la ciencia española se despide de una de sus mejores científicas, que realizó descubrimientos que merece la pena destacar: fue una pionera española en bioquímica especializada en enzimología. Doctora en farmacia y profesora de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, fue la encargada de coordinar la comisión creada por el gobierno español para la resolución del problema del síndrome tóxico (1981, envenenamiento masivo por el aceite de colza). Su legado fue recogido en un cortometraje estrenado en la primavera de 2016 bajo el título Gertrudis (la mujer que no enterró sus talentos).
Nacida en una familia humilde de Madrid, Gertrudis personificó  los clásicos problemas de las mujeres españolas en la mitad del siglo XX. Educación inaccesible, profesiones impensadas y prejuicios que las colocaban en posiciones de inferioridad respecto a los hombres. En su mente todas estas trabas resultaron de cartón, por lo que poco a poco las fue derribando, hasta demostrar con su propia carrera que el género no puede limitar los sueños.
En su infancia soñaba con ser maquinista de tren, pero en la época en que comenzó a estudiar estas labores estaban reservadas únicamente para los hombres, y las mujeres solo podían acceder a la educación primaria o secundaria. 
Gertrudis logró acceder al bachillerato cuando se mudó a la capital del país, y desde allí dio rienda suelta a sus sueños, que encontraron en las Matemáticas y la Física un lugar donde crecer. Con el paso de los meses comprendió que su destino estaba en la Química, donde las mujeres no tenían tantas trabas para llegar a convertirse en profesionales, y donde finalmente logró sus mayores descubrimientos.

Con el correr de los años se especializó en enzimología, en metabolismo de los azúcares y en el síndrome tóxico. Entre sus más grandes logros se destaca el de ser una de las primeras investigadoras españolas en publicar en prestigiosas revistas científicas de alcance mundial como Nature, y el hecho de ser nombrada como catedrática ad honorem en la facultad de Medicina de Universidad Autónoma de Madrid.

Gracias a sus estudios logró la inclusión de los estudios sobre las enzimas para el diagnóstico de distintas enfermedades, con lo que acercó el estudio de la Bioquímica a los estudios de Medicina.

En vida, Gertrudis de la Fuente recibió numerosos premios por su trabajo, pero quizá el logro más importante de su carrera es el de destacarse en un campo en el que las mujeres no acostumbraban ingresar. Con su tenacidad logró abrir el camino de cientos de miles de colegas, que decidieron imitar su accionar y dejar en claro que la ciencia también tiene rostro de mujer."

SER UNA MUJER E HIJA DE UN OBRERO

"Gertrudis cumplía dos condiciones que la hicieron excepcional en la época  a la hora de alcanzar la élite en la Ciencia: ser una mujer e hija de obrero.  “Esto refuerza la idea de que estas excepciones a las regularidades demuestran que la voluntad pueden más que la estructura social”.

Lectora ávida, su pasión por el conocimiento y su amor por la cultura le permitieron pasar de la escuela de chicas a las de chicos, donde se profundizaba más, pero las constantes burlas y la mentalidad machista la hicieron objeto de impertinencias y tener que sentarse sola. Pero su obstinación por el estudio y por la carrera científica fue su obsesión.

Tuvo que interrumpir sus estudios durante la Guerra Civil y se opuso con coraje a la idea preestablecida del matrimonio frente a su ingreso en la Universidad, donde conoció a grandes maestros que la apoyaron.

Compaginó sus estudios universitarios y sus primeras investigaciones con el trabajo de profesora de clases particulares, para no ser una carga en su familia.
Fue mano derecha de Alberto Sols que mantenía convenios de investigación con el CSIC, quien animó a su equipo a viajar constantemente a EEUU para compartir avances científicos  entra ambos países tras los tratados de amistad  de Franco. Sin embargo, ser mujer condicionó que no completara su formación en el extranjero: tuvo que cuidar de su madre enferma ya que ella era soltera y no tenía hijos, no como su hermana.

Con extraordinaria capacidad para el trabajo, destacó en la Universidad Autónoma recién creada en la época (1968) donde compaginó docencia e investigación.

Pionera en bioquímica, publicó sus experiencias en prestigiosas revistas, y continuó más allá de la edad de jubilación.

«Si tú empiezas a plantear un método, si tú has leído y dices voy a pensar en eso a ver si sale, no te lo discute nadie. Yo estoy convencida de que mis compañeros me miraban sin saber si yo era una mujer o no. Yo era una cabeza.»

  


Gertrudis en 1981

Fuentes:

Cortometraje “GERTRUDIS (LA MUJER QUE NO ENTERRÓ SUS TALENTOS)” :https://www.youtube.com/watch?v=pohjKtBSaBE


1 comentario:

Rosa María Calderón dijo...

Enhorabuena por el estupendo trabajo que realizas desde la coordinación de "Escuela,espacio de paz".