martes, 13 de mayo de 2014

TIEMPO DE CIENCIA: DESCUBRIMIENTOS ACCIDENTALES (1ª PARTE)



Los descubrimientos científicos exigen un largo proceso de pensamiento, reflexión, experimentación y desarrollo para consolidarse exitosamente. Por ello son dignos del reconocimiento y agradecimiento. Sin embargo, hay ocasiones en las que muchos de estos puntos (¡incluso todos!) se pasan por alto e igualmente les debemos las gracias, pues nos facilitan la vida, nos hacen más sabios o hasta nos pueden salvar la vida. Hoy, en Tiempo de Ciencia, hemos visto algunos descubrimientos accidentales que debemos agradecer...

Para leernos la noticia hemos tenido a Darío Gómez  y   Shakira López  de 1º de ESO A


La penicilina
La penicilina se descubrió prácticamente sin querer. El gran Alexander Fleming, desordenado y olvidadizo, cambió la medicina moderna y salvó miles de millones de vidas por accidente. Fleming se había ido de vacaciones olvidando una serie de placas de Petri con cultivos de bacterias que dejó al aire libre en el laboratorio, cuando volvió, la placa estaba llena de moho y cuando las miró al microscopio por simple curiosidad, descubrió que el moho, que eran hongos de Penicillium, había matado a las bacterias

                                                                                    El microondas
Percy Spencer descubrió las microondas sin querer, cuando notó que una barra de chocolate que tenía en su bolsillo mientras trabajaba con un magnetrón se había derretido. Años más tarde se creó el horno microondas que hoy te saca de tantos apuros.






La Coca-Cola
La bebida más popular de la historia se descubrió accidentalmente en 1886. El responsable de este exitoso accidente fue John Pemberton, un farmacéutico estadounidense, quien en busca de un remedio para calmar los dolores de cabeza, creó un brebaje compuesto por dos cosas: extracto de hojas de coca y nueces de kola. En una ocasión, su asistente le agregó agua carbonatada por error y así nació la Coca-Cola


                                                                                   La radioactividad
Henri Becquerel, físico francés, descubrió la radioactividad en 1896, lo cual le otorgó el Premio Nobel de Física de 1903, compartido con Pierre y Marie Curie. Becquerel había estado trabajando en una serie de experimentos sobre la fosforescencia y en uno de ellos, colocó sales de uranio sobre una placa fotográfica utilizando la luz del Sol. Cuando comenzaba a oscurecer, dejaba el experimento hasta el próximo día, pero en una ocasión, fue a buscar parte de su equipo a oscuras y notó que las sales de uranio emitían radiación.


Interesante y sorprendente, ¿no crees? ¿Qué te pareció este listado? La semana que viene seguiremos con la segunda parte de este interesante articulo...

http://www.ojocientifico.com/5701/20-descubrimientos-accidentales-que-debes-agradecer

No hay comentarios: