martes, 4 de febrero de 2014

De nuevo sobre la figura de Heracles.

Heracles contra el león de Nemea
Decíamos en la sección radiofónica anterior que los dioses olímpicos tuvieron que solicitar la ayuda de Heracles (Hércules para los romanos) para poder derrotar a los gigantes en la famosa guerra conocida con el nombre de la Gigantomaquia. De este héroe, hijo de Zeus y de la reina mortal Alcmena, ya hablamos en la temporada anterior, pero debido a su importancia en la mitología, en la literatura, en el  arte, en el cine y en la propia historia de Andalucía lo volvemos a retomar. Son muy abundantes los relatos mitológicos sobre este héroe de descomunal fuerza, pero sin duda alguna los más famosos son los que se encuentran recogidos en los doce famosos Trabajos de Hércules.  

¿A qué se debieron estos trabajos?
Según la mitología, en un ataque de locura provocado por la diosa Hera (quien detestaba profundamente a este héroe desde su nacimiento, pues era fruto de la infidelidad de su esposo Zeus), Heracles mató a sus propios hijos y a sus dos sobrinos. Al despertar y darse cuenta de lo que había hecho, enloqueció de dolor. En penitencia por tan execrable acto, la sibila délfica o de Delfos le mandó que  llevara a cabo 10 trabajos dispuestos por el rey de Micenas, Euristeo, a los que luego se añadieron dos más porque la diosa Hera consideraba que en dos de los trabajos había fallado o bien había recibido ayuda.  
El orden tradicional de los trabajos fue el siguiente: 


Heracles contra Gerión
Matar al León de Nemea, Matar a la Hidra del lago de Lerna, Capturar a la Cierva de Cerinia, Capturar al Jabalí de Erimanto, Limpiar los establos de Augías, Matar a los Pájaros del lago Estínfalo, Capturar al toro salvaje de la isla de Creta, Robar las yeguas del rey Diomedes de Tracia, Vencer a las amazonas y tomar el cinturón de Hipólita, Matar a Gerión y robarle sus rebaños, Robar las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides, y Capturar al can Cerbero en el Hades y llevarlo al rey Euristeo.


De todos estos trabajos hay uno que está vinculado directamente con la historia de Andalucía: se trata del trabajo número diez, por el cual este personaje tuvo que partir hacia la isla de Eritea (el Cádiz y el San Fernando actuales) para robar los bueyes de Geriones o de Gerión, el mítico rey de Tartesos, que era un gigante  de tres cabezas, tres troncos y seis brazos. Su famoso ganado de bueyes rojos estaba custodiado por el pastor Euritión y por el perro de dos cabezas Ortro (hermano de Cerbero, el famoso perro de tres cabezas).



En su largo viaje hacia lo que los griegos consideraban que era el final del mundo conocido, Hércules tuvo que atravesar Libia y enfrentarse a todo tipo de monstruos y bandidos que se cruzaron en su ruta. Debido a estas victorias que lo encumbraron aún más como héroe, se levantaron dos columnas en su honor, las llamadas Columnas de Hércules, que separaban África de Europa. Una de estas columnas se localizaba en el peñón de Gibraltar y otra en el Monte Hacho en Ceuta o bien en Monte Musa en Marruecos.

Y volviendo a su décimo trabajo, hay que decir que -como en todas las empresas encomendadas por el rey Euristeo-  siempre estaba detrás la rencorosa Hera, la cual hizo todo lo posible para que  Hércules muriera en el intento. Sin embargo, este consiguió salir airoso y no solo robó el preciado ganado, sino que mató al temible gigante con una de sus flechas impregnadas del veneno de la hidra de Lerna.   

Si queréis saber más sobre esta interesante historia os recomendamos que leáis este relato en los dos libros de la biblioteca que os recomendamos a continuación: 


Viladevall i Vallldeperas, Montse y Llcay i Pîntat: "El décimo trabajo: Robar los bueyes de Geriones", Héroes y heroínas. Los favoritos de los dioses,   El árbol de la lectura, 2010, pp. 64-69

Riordan, James: Los doce trabajos de Hércules, Vicens-Vives, 2005.


Agradecemos, como siempre la colaboración de los alumnos de 4º de ESO B en esta sección dedicada al mundo clásico.

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