viernes, 3 de mayo de 2013

La política.


La política, señores —sigue hablando Mairena—, es una actividad importantísima… Yo no os aconsejaré nunca el apoliticismo, sino, en último término, el desdeño de la política mala que hacen trepadores y cucañistas, sin otro propósito que el de obtener ganancia y colocar parientes. Vosotros debéis hacer política, aunque otra cosa os digan los que pretenden hacerla sin vosotros, y, naturalmente, contra vosotros. Sólo me atrevo a aconsejaros que la hagáis a cara descubierta; en el peor caso con máscara política, sin disfraz de otra cosa; por ejemplo: de literatura, de filosofía, de religión. Porque de otro modo contribuiréis a degradar actividades tan excelentes, por lo menos, como la política, y a enturbiar la política de tal suerte que ya no podamos nunca entendernos.

Y a quien os eche en cara vuestros pocos años, bien podéis responderle que la política no ha de ser, necesariamente, cosa de viejos. Hay movimientos políticos que tienen su punto de arranque en una justificada rebelión de menores contra la inepcia* de los sedicentes** padres de la patria. Esta política, vista desde el barullo juvenil, puede parecer demasiado revolucionaria, siendo, en el fondo, perfectamente conservadora. Hasta las madres —¿hay algo más conservador que una madre?— pudieran aconsejarla con estas palabras: “Toma el volante, niño, porque estoy viendo que tu papá nos va a estrellar a todos —de una vez— en la cuneta del camino”.

*inepcia: ineptitud, falta de aptitud o capacidad.
**sedicente: dicho de una persona, que se da a sí misma tal o cual nombre, sin convenirle el título o condición que se atribuye.

(Antonio Machado, Juan de Mairena)
PAU, Comunidad de Madrid 2009-2010

Continuando con nuestra práctica de comentario de texto encaminada a la preparación de la Prueba de Acceso a la Universidad, hemos seleccionado esta vez un fragmento de la obra Juan de Mairena del  poeta sevillano Antonio Machado (1875-1939).

Como ya sabrán los alumnos de 2º de Bachillerato, Antonio Machado se  crió en un ambiente liberal; su padre, Antonio Machado Álvarez (Demófilo), fue una destacada figura  de la vida política y cultural de la Sevilla de la época; se educó en el espíritu laico, progresista y tolerante de la Institución Libre de Enseñanza cuando su familia se trasladó a Madrid en 1883; y ya en la edad adulta, defendió hasta su muerte la ideología republicana.
Como poeta publicó  en el año 1903  su primer libro,  Soledades, poemario que reeditaría con numerosas modificaciones en el año 1907 bajo el título de Soledades. Galerías. Otros poemas.  

A esta primera obra, de inspiración modernista, seguirían Campos de Castilla (1912), Nuevas canciones (1924),  el Cancionero apócrifo, que contiene poemas escritos entre 1924 y 1936, y los poemas escritos durante la Guerra Civil.
Además de esta excepcional producción poética, Antonio Machado fue un gran prosista, y prueba de ello es su libro Juan de Mairena: una colección de escritos variados,  a medio camino entre el artículo periodístico y el ensayo, que empezó  primero a publicarse en el Diario de Madrid a partir del año 1934, continuó en el periódico El Sol y se recopiló finalmente en 1936 bajo el título de Juan de Mairena: sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo

Posteriormente, en los años de la Guerra Civil, Antonio Machado siguió ampliando estos textos en prosa, y así las reflexiones de Juan de Mairena (su “alter ego”) aparecieron  en la revista Hora de España (1937-1938), en el Servicio Español de Información (1937) y el diario barcelonés La Vanguardia (1938)
En esta obra Antonio Machado utiliza doblemente el recurso del personaje apócrifo, pues  tanto Juan de Mairena como su maestro, Abel Martín, realmente no existen y son una prolongación de la personalidad machadiana. Juan de Mairena fue, supuestamente, un librepensador,  un filósofo cortés, un poeta escéptico, que nació en Sevilla en 1865 y murió en 1909;  y Abel Martín, su maestro, fue un filósofo, cuya vida trancurrión entre 1840 y 1898.

La colección de textos que forman esta obra está organizada en cincuenta capítulos en los que podemos encontrar a Juan de  Mairena hablando  en un café con sus alumnos o con un amigo, apuntes del profesor,  apuntes de los alumnos, poemas o simples esbozos dramáticos. En esta obra heterogénea y escéptica se abordan cuestiones políticas, filosóficas, literarias o pedagógicas que invitan a la reflexión del lector.
Un ejemplo palpable de su pensamiento lo encontramos en este texto de Juan de Mairena en el que se defiende la buena política, en contra de la que ejercen los “trepadores y cucañistas” que solo buscan medrar y colocar a sus adeptos o familiares (cosa a la que por desgracia estamos acostumbrados ya en este país); se reniega del apoliticismo, porque no es una opción y porque además el ser humano no puede ser apolítico; y se recuerda que el compromiso de los jóvenes es fundamental para la regeneración de un pueblo.
Como podréis observar  este texto de Antonio Machado,  impregnado del espíritu de compromiso y de regeneración del 98, sigue estando de plena actualidad y es totalmente aplicable a la situación en la que vivimos. Por tal motivo, deseamos que los alumnos de 2º de Bachillerato, se animen a publicar sus comentarios críticos y reflexionen sobre el mensaje imperecedero de Juan de Mairena.  

Nota: En el presente artículo nuestro objetivo ha sido  invitar a los alumnos a que realicen tan solo la parte más complicada de la prueba de comentario de texto, es decir, el comentario crítico. Por tanto hemos optado por ampliar la información sobre la obra de Antonio Machado, y les remitimos a una página en donde un compañero de Secundaria y Bachillerato ha resuelto estupendamente bien el ejercicio completa. 

Pinchar este  enlace para acceder a la solución de esta PAU realizada por D. José Carlos Aranda, profesor del IES El Tablero de Córdoba.

8 comentarios:

Unknown dijo...

En este texto de Juan de Mairena se plantea un tema de plena actualidad: la necesidad del compromiso político de los jóvenes para conseguir una regeneración de la sociedad.
Nos encontramos ante un problema o estancamiento de la sociedad española que no logra avanzar hacia adelante (está anclada) y depende de la futura intervención en la política de la nueva generación de jóvenes adolescentes aún no contaminados por este sistema político actualmente corrupto.
La sociedad en la que vivimos está herida por los problemas económicos, por los millones de parados, por una clase política que no da la talla y que avergüenza a los ciudadanos con continuos casos de corrupción y por un gobierno que no consigue levantar el país.
Ante esta situación, es normal que todos estemos hartos de los políticos y no confiemos en ellos, sin embargo como muy bien nos dice este texto de Juan de Mairena la política –y sobre todo la buena política- es muy necesaria hoy más que nunca.
Por todo esto, la regeneración política y espiritual de España no puede venir solamente de la mano de las personas mayores, sino también de la ilusión, la pureza y la energía de los espíritus jóvenes como muy bien dice Juan de Mairena en este estupendo texto: “Y a quien os eche en cara vuestros pocos años, bien podéis responderle que la política no ha de ser, necesariamente, cosa de viejos. Hay movimientos políticos que tienen su punto de arranque en una justificada rebelión de menores contra la inepcia de los sedicentes padres de la patria”
Bajo mi punto de vista necesitamos nuevos políticos con ideas renovadas. Por eso y para no permitir que nos sigan tomando el pelo con promesas banales, es importante formarse como ciudadano, y tener opinión propia, huir del pensamiento único y saber que, por ejemplo, votar no es sólo un derecho que ha costado mucha sangre conseguir, sino una obligación social.
En suma, pienso que no debemos renegar de la política, porque nadie es apolítico y porque la buena política –como decía Antonio Machado a través de Juan de Mairena- es fundamental para el progreso y la organización de un Estado. Así pues, no nos debemos dejar arrastrar por la indignación que nos producen “trepadores y cucañistas” a pesar de que la situación actual justifique de sobra este sentimiento.

Unknown dijo...

A pesar del tiempo que ha transcurrido entre la publicación de este texto de Antonio Machado, perteneciente a su obra en prosa Juan de Mairena, podemos decir que su reflexión sobre la política está de plena actualidad, a pesar de ser fruto del deseo regeneracionista del 98.
Podemos observar cómo el escritor sevillano creía firmemente en que los jóvenes debían participar de la política y renovar con su empuje el país, sacudiendo con ellos a la clase política asentada y terminando con los “trepadores y cucañistas” que –como en la actualidad- acceden a la política para ascender socialmente y obtener beneficios personales.
Y es que hoy en día, en España, muchos políticos (no todos, por supuesto porque hay políticos honestos) han sido acusados de corrupción o no se han comportado como debieran, olvidando que un día fueron votados por muchos españoles que confiaban en ellos para regenerar el país.
Estamos viviendo una situación terrible, no solo por la crisis, los millones de parados, la fuga de cerebros, o el endeudamiento europeo, sino por el gran descrédito de la clase política.
Esta es la razón por la que hace falta rejuvenecer la política. Necesitamos jóvenes con las ideas claras y dispuestos a sacrificarse para sacar el país adelante, para reducir el número de parados y para pagar de una vez por todas las deudas externas. Necesitamos que quienes gobiernen lo hagan cuidando los intereses de los gobernados sin engaños y sin mentiras. Muchos de los políticos actuales (de un signo y de otro) han cometido todo tipo de delitos, pero increíblemente así están, ahí siguen y parece que la Justicia no hace nada.
Y lo peor de todo es que estos políticos no tienen la decencia de dimitir, sino que continúan en el poder por su propio beneficio. La solución que nos ofrecen está en ir echando la culpa al partido político de la oposición y en ir alternando cada cuatro años los partidos mayoritarios. En mi opinión, creo que la solución de la nueva política está –como decía Mairena- en una juventud preparada y comprometida con las causas sociales, que remueva todo el lastre que nos está ahogando y nos está avergonzando internacionalmente.

Unknown dijo...

El texto de Antonio Machado nos plantea un tema, a pesar del tiempo transcurrido, de plena actualidad: la necesidad del compromiso político de los jóvenes para lograr la regeneración social.

Quienes deberían ser los representantes de los valores puros del juego democrático han apostado por asentar un sistema que impide la democracia incurriendo así en un espejismo de manipulación. Hoy todo está permitido para perpetuarse en el poder. Vemos cómo nuestros políticos han dilapidado un ciclo de bonanza económica en continuas malversaciones e inversiones sin sentido y sin futuro; han gestionado pésimamente el fruto del trabajo de sus ciudadanos; han cometido todo tipo de delitos económicos, pero increíblemente no hay ninguna responsabilidad civil para quienes nos han llevado a la ruina. Y por no haber, ni siquiera se plantean por honestidad, la dimisión. Así pues, la solución que nos ofrecen es la de tirarse mutuamente los trastos a la cabeza, culpando al contrario de su ineficacia en la gestión política y económica de la maltrecha España.
Ante tal situación, los españoles y sobre todo los jóvenes debemos tomar las riendas del país, no podemos adoptar posturas apolíticas, no podemos mirar para otro lado, no podemos simplemente quejarnos: debemos actuar, porque como muy bien decía Antonio Machado, la política es una actividad importantísima y los jóvenes tenemos que hacer política a “cara descubierta”, sin engaños, aunque nos digan (los que ya están arriba) que pretenden hacerla sin nosotros.

En definitiva, la regeneración política y espiritual de España no puede venir solo de la mano de los mayores, sino de la ilusión y la energía de las mentes jóvenes. Pienso que urge el promover la conciencia social entre los jóvenes, porque el tiempo se nos agota y las personas más cualificadas de nuestro país se nos marchan. Así pues, tenemos que ponernos a trabajar ya, para sacar el país adelante y garantizar una estabilidad a las próximas generaciones.

Unknown dijo...

En este texto de Juan de Mairena se plantea un tema que está muy presente hoy en día como es la necesidad de la integridad de los jóvenes en los compromisos políticos para conseguir una regeneración de la sociedad.

No es fácil escribir sobre los jóvenes. Qué piensan, cuáles son sus intereses, qué los motiva, en qué creen, a qué le temen, qué les preocupa. Lo cierto es que de una u otra manera, los jóvenes, son la base inmediata que hará el futuro del país.

Seguramente tengas apuntes en las manos, en una habitación posiblemente solo y cientos de fotocopias y folios subrayados. Todo los jóvenes piensan que el día en el que salgan de su aula, para buscarse la vida, van a encontrar un país en la ruína. Y si consigues las mejores notas, tú serás el parado más preparado de toda Europa espera a los cuarenta para colocarte, y hasta los setenta para jubilarte. Cuando tengas el título en tus manos, no sabrás si reir o llorar, ahora ponte en la cola del paro y espera tu turno sin desesperarte, porque hay seis millones más.

Está claro que necesitamos que alguien nos rescate, de políticos que han demostrado que no sirven para nada ya que es normal que todos estemos hartos de los políticos y no confiemos en ellos, sin embargo como muy bien nos dice este texto de Juan de Mairena la política –y sobre todo la buena política- es muy necesaria hoy más que nunca.

Si ahora estas estudiando, y estás leyendo esto échale fuerzas y sigue estudiando es importante formarse como ciudadano, y tener opinión propia. Ya que tú eres la esperanza, tú eres el futuro, tú eres el rescate, que estamos esperando.

María José dijo...


Este texto está dirigido a los jóvenes o no tan jóvenes que se interesan por la política, pues el autor trata de animar a estos a que se involucren en ella, dejando bien claro que hay que saber distinguir entre el buen y el mal uso de la política. Algo así como que no todos los que se consideran políticos lo son, ya que tal y como se señala en el texto de Antonio Machado, se aconseja “el desdeño de la política mala” aludiendo a todas las personas que amparándose en su cargo político o público, lo único que hacen es enriquecerse y beneficiarse de todo aquello que está a su alcance.

Es entonces cuando pienso en todas las veces que hemos oído cómo un miembro de la oposición del partido que gobierna denuncia y critica algún hecho delictivo realizado por un “rival político”, cuando entre sus mismos compañeros de partido se están cometiendo hechos que son iguales o incluso más delictivos todavía. Son todas estas cosas las que unidas a la mala situación económica que está viviendo el país, han hecho que una parte importante de los ciudadanos se revelen y muestren su disconformidad con el camino político que se sigue en nuestro país.

Es a ellos a los que el autor del texto anima a que confíen en la buena política, aquella que no se esconde tras los intereses de ningún colectivo que no sea el de el bien común de los ciudadanos. Y sí, es por eso por lo que supuestamente están en el poder, para ofrecer el bien a los ciudadanos, se supone que es para eso por lo que luchan y trabajan, aunque pocas veces demuestran al ciudadano que es cierto.

También se hace mención en el texto que hay que separar la política de cualquier otra actividad, sin involucrarla con otras como la religión, la literatura… ; es decir, lo que trata de decirnos es que a veces los mensajes que lanzan algunos políticos están influenciados por algunas creencias personales que para nada deberían de influir en las decisiones que se tienen que tomar y que afectan a muchas más personas, algunas de las cuales no tendrán su misma creencias religiosas por ejemplo, pero a las que puede afectarles de una forma más dura que para el resto.

Un ejemplo de esto lo podemos trasladar a la actual reforma del aborto que se está emprendiendo por el gobierno actual, una reforma que está muy relacionada con la religión cristiana, que considera el aborto como un hecho atroz que atenta contra una vida humana.

Pero no se dan cuenta que ellos nunca deberán anteponer sus creencias a las de los demás. Como considerar que cualquier persona es mejor o peor que otra por tener que enfrentarse a una decisión así. Son muchas las razones que llevan a una “madre” a interrumpir su embarazo, la mayoría por la economía o malformación del feto. ¿Es que acaso el gobierno da ayudas que mantengan al bebe o al discapacitado? Está sobradamente demostrado que no.

Por todo ello es por lo que se demuestra que es necesario un cambio de rumbo, más acorde a la verdadera definición de política, que no debería de ser otra que la de trabajar en beneficio de todos y para todos.

Unknown dijo...

Este texto de Juan de Mairena, aunque sea anterior a la Guerra Civil está de plena actualidad por la clarividencia con la que expone su pensamiento sobre el sentido de la política

A pesar del tiempo transcurrido, refleja la corrupción y la ineficacia de la mala política por parte de los que ya están asentados en ella, y promueve-a través de la juventud- la necesidad del cambio como única salida para la regeneración de una nación descompuesta y agónica.

Y yo me pregunto, partiendo de la tesis que defiende Juan de Mairena: ¿por qué no podemos hacer política los jóvenes? Pues,....no es que no podamos, es que debemos hacerla para luchar por el futuro de nuestro país y sacarlo adelante, ya que todos los días vemos cómo nuestros políticos nos están llevando hacia la ruina, han desaprovechado un tiempo de tranquilidad y bonanza económica y ahora son incapaces de levantar el país, pues les crecen los enanos por todas partes, sus medidas son ineficaces y los casos de corrupción afectan ya a todos los partidos político.

Ante esta situación, hoy más que nunca, los jóvenes preparados y luchadores debemos sustituir a los “trepadores y cucañistas” de la política. Ya hemos demostrado que somos capaces de organizarnos y de movilizarnos en las protestas colectivas que se remontan al 15 M, por tal motivo, el cambio político de España no puede venir de la mano de los viejos, sino de la ilusión, la honestidad y el arranque de las mentes jóvenes.

En definitiva, es necesario promover la conciencia social de la urgencia en esta transformación porque el tiempo se nos agota y seremos nosotros, las próximas generaciones, las que pagarán las consecuencias. Así pues si miramos al pasado, será solo para aprender de nuestros errores, no para seguir siendo víctimas de ellos, condenando nuestro futuro.

Unknown dijo...

Nos encontramos ante un texto de Antonio Machado, perteneciente a la obra en prosa Juan de Mairena, en el que sorprendentemente el tema que se toca – a pesar de estar impregnado del pensamiento noventayochista está de plena actualidad en nuestros días. En este ensayo se defiende la necesidad que toda sociedad tiene del ejercicio de la buena política y del papel activo que han de desempeñar los jóvenes en el proceso de regeneración de un país. Por tal motivo, a partir de esta tesis del autor me gustaría compartir el pensamiento del “ALTER EGO” de Antonio Machado, Juan de Mairena, sobre la política aunque hoy en día estemos hartos y decepcionados de la política y de los políticos, pues, siempre será necesaria para la sociedad.
Toda sociedad necesita organización, necesita estar dirigida por personas que den una buena organización y aseguren que las personas van a tener buenas infraestructuras, cultura, educación, sanidad etc. Todo eso no se organiza solo, para eso necesitamos a políticos ya que si ellos no estuvieran la sociedad seria un trastorno brutal, porque sin políticos no hay leyes y sin leyes no hay normas, por tanto cada uno hace lo que quiere y eso formaría una “pelota” que tendría muchas consecuencias negativas y nada bueno. Si no hubiera campañas de concienciación para el medio ambiente, cada persona tiraría la basura donde quisiera, y trataría al medio ambiente como a cada uno lo parezca. Si no existieran políticos ¿Quién nos recogería la basura? ¿A qué profesores pondríamos para dar clases, es decir, quién organizaría las oposiciones? Si no hubiera políticos, quién organizaran la economía, ¿De dónde saldrían el IRPF o cómo tendremos pagas de jubilados el día de mañana? Aunque no lo creamos, los políticos nos sirven de mucho y nos hacen faltan, ya que dentro de este caos que tenemos ahora mismo en el país, gracias a los políticos de sanidad, educación, justicia… la “cosa” está más controlada.
Por otro lado, si es cierto que la política en nuestro país se ha ido deteriorando poco a poco ¿Quién tiene la culpa? Esa pregunta es difícil de responder ya que tras la gran cantidad de habitantes que tiene España es imposible echar la culpa a alguien, aunque siempre lo hagamos, la culpa la tenemos todos y cada uno de nosotros. Ya que nuestra Constitución es democrática, es decir, el poder está en la nación. Y somos nosotros los que decidimos qué o quienes están en el poder. Por otro lado, si es verdad que las gestiones que nuestros políticos han hecho en los últimos años no son muy buenas y nos han llevado a situaciones catastróficas, ya que el número de parados del país ha superado el número que se dio en el crack del 29. La educación y la sanidad se están recortando cada vez más, y aunque sabemos que las crisis son cíclicas esta está mucho más allá del fondo y no se ve con claridad la salida. Pero, ¿por qué no vemos lo positivo? Si nos encontráramos en EEUU, la sanidad y educación sería privada, y no todo el mundo podría estudiar cómo hacemos hoy en día.
Lo que sí es cierto, y a la vez muy triste es que nuestro país está lleno de políticos de, un signo y de otro, que infringen las leyes y tienen comportamientos corruptos y delictivos. En definitivita, y a pesar de todo, creo que (como decía JUAN DE MAIRENA) toda sociedad necesita políticos, pero necesita a políticos de verdad, que sepan organizar a un país y no miren por llenarse el bolsillo como hacen ahora mismo la mayoría de los políticos de nuestro país, tanto si es de derecha, izquierda o centro.

Lorena Rivas dijo...

Tras la lectura de este texto, perteneciente a la obra en prosa “Juan de Mairena” de Antonio Machado, quiero comentar que la visión sobre la política que se desprende de este texto está increíblemente de plena actualidad.

Desde mi punto de vista, comparto la opinión de Mairena de que el ejercicio de la buena política es importante para el funcionamiento de una sociedad, entre otras cosas porque somos nosotros, el pueblo, los que elegimos con nuestro voto a los que nos representan. No obstante, sostengo que nuestro país debe ser gobernado por quien sepa realmente llevar el cargo que se le encomienda, siendo capaz de cumplir el programa político que le llevó hasta el poder; y siendo capaz de gobernar sin corromperse y sin practicar el nepotismo, es decir, la colocación en cargos públicos de sus familiares o conocidos. Así mismo, sostengo que por ética profesional los políticos deberían dimitir cuando no fueran capaces de cumplir el programa que prometieron o cuando se vieran afectados por casos de corrupción. Pero, desgraciadamente –como podemos observar- esto no ocurre y pase lo que pase, en España no dimite nadie. A esto hay que unir el enfrentamiento visceral entre los partidos políticos y la escasa o nula colaboración (fundamentalmente entre los dos mayoritarios), y por supuesto, la grave crisis económica que acentúa aún más esta terrible situación.

Y hablando de crisis, me indignan las medidas adoptadas por nuestros representantes políticos, pues como siempre machacan al más débil, al pueblo, precisamente el que los llevó hasta el asiento que ocupan. ¿Cómo es posible que para combatir la crisis aumenten la edad de jubilación para que los pensionistas tengan una paga en condiciones?. ¿Cómo es posible que se aumente el IVA para que el consumo descienda más al subir los precios de los productos?. ¿Cómo es posible que recorte en servicios tan básicos para una nación como son la sanidad y la educación pública?. ¿Por qué no crean medidas para activar la economía y no para paralizarla aún más?

Desde luego, no creo que este sea el camino más adecuado para superar la crisis. En definitiva, la situación de España deja mucho que desear y como sigamos así pienso que no vamos a llegar a ningún sitio. ¡Ojalá me equivoque!.
Tal vez, como decía Juan de Mairena, los jóvenes debemos plantearnos la regeneración y la activación de este país maltrecho porque ahora mismo necesitamos hechos y no palabras y falsas promesas.