jueves, 31 de enero de 2013

La vivienda en la antigua Roma III: el mobiliario


Como ya vimos en los programas anteriores, las casas romanas eran bastante austeras en su aspecto externo, sin embargo en el caso de las “domus” y de las “villae suburbanae”, los restos arqueológicos de Pompeya y Herculano y las referencias de los autores latinos confirman que los romanos, a pesar de sus sentido minimalista y práctico, se esmeraron en la decoración de interiores con la incorporación de estatuas, bustos,  pinturas, mosaicos, telas, tapices y muebles exquisitos elaborados en madera, marfil o bronce, y embellecidos con cincelados o incrustaciones de plata o metales preciosos. Así, si hacemos un repaso por los principales muebles nos encontramos con los siguientes:

Cartibulum con trapezóforos
Mesas (Mensa-ae). Los diferentes tipos de mesas (rectangulares, cuadradas o redondas con una, dos, tres o cuatro patas) que tenían los romanos eran de origen griego. Dentro de las mesas, una de las más características era el “cartibulum”, la cual tenía un soporte de mármol y patas con forma de animales que terminaban con garras y entrelazados de hojas y volutas.


Asientos (sedes-is). Existía también una gran variedad de asientos o sillas (sella-ae): taburetes o asientos bajos y pequeños (sediculum-i); sillitas pequeñitas (sedecula-ae); sillones con brazos y respaldar (solium-i), similar a la forma del trono, en donde se sentaba el “dominus”; bancos (sedile-sedilis); banquillos o asientos poco elevados (subsellium-ii); asientos alargados y de lujo en forma de banco para dos personas  (bisellium-ii);  y lechos de mesa con capacidad para tres y cinco personas en donde los romanos se recostaban para comer (triclinium-ii). 
Recreación de una escena de banquete.

Los lechos de mesa (normalmente tres) se colocaban alrededor de una mesa y según una estructura prefijada que condicionaba también la colocación de los comensales.


Nota: El “triclinio” era también el nombre que recibía el comedor.   
Taburete, banco y silla plegable en forma de tijera.

Asiento bisellium perteneciente a un interior de
una domus
en el Metropolitam Museum de Nueva York.

Silla curul

En la esfera pública, existía la “silla curul” (sella curulis), destinada a los ediles romanos y en general a las personas que ejercían una elevada magistratura o dignidad; la "cathedra" o silla de brazos que más tarde sería la silla episcopal; y los bancos o escaños denominados “scamna” (scamnum-i) que había por ejemplo en los teatros y anfiteatros.  

Dentro de los asientos, ocupaba también un importante papel en la vida de los romanos, los asientos transportables, en los que los ocupantes podían ir sentados (basterna) o recostados en literas  grandes (lectica-ae) o pequeñas (lecticula-ae). El uso de este tipo de transporte se generalizó tanto entre los romanos que se crearon paradas de literas (castra lecticariorum), como hoy en día existen las paradas de taxis, en donde esperaban los mozos de literas (lecticarius-ii). 


Lectica-ae

Basterna

Y si las mesas y asientos eran y son fundamentales en la vida doméstica, obviamente lo eran las camas (lectulus-i o cubile-is), las cuales estaban formadas por una estructura rectangular sobre cuatro pies que servían de soporte para un entramado de tiras de cuero que hacía las veces del "somier" actual y sobre el que reposaba el colchón de lona (culcita-ae)  relleno de paja, plumas o lana de Mileto, y por supuesto las almohadas (cervical-cervicalis o pulvinus-i) . El lecho romano se podía utilizar como sofá o bien para descansar, estaba ricamente adornado, sobre todo a partir de la época imperial, y constituido por dos cabeceras levantadas (flucra) y por altas patas, por lo que se hacía necesario un escabel o reposapiés para subir y bajar.  
Lectulus-lectuli /Lectus-lecti.
No podemos cerrar este apartado dedicado al descanso sin hacer referencia a las cunas, que como podréis observar con la siguiente ilustración tenían ya una estructura que se ha mantenido durante siglos: 


Cunae-cunarum
Para completar este mobiliario básico, los romanos disponían de armarios (armarium-ii), de arcones o arcas (arca-ae),  de aparadores para guardar el servicio de mesa (abacus-i), de trípodes (tripus-i) o de distintos tipos de lámparas (lampas-lampadis) para la iluminación: candelabros (candelabrum-i), lucernas (lucerna-ae), candiles (lychnus-i) o lampadarios (lampadarium-i).     


Arcón de madera, forrado de hierro y bronce, encontrado en Pompeya.   
Pie de candelabro o lucerna en bronce fundido (Fundación Lázaro Galdiano)


Y un apunte más antes de despedirnos, una cosa que no podía faltar jamás en una casa romana era el “lararium”, que era un pequeño altar –destinado a los dioses domésticos- que se ubicaba en el atrio o entrada de la casa.  
"Lararium" de las ruinas de Herculano.


Con este programa cerramos los espacios radiofónicos dedicados a la vivienda en la antigua Roma. Deseamos que os hayan gustado y hasta la semana que viene con más temas del mundo clásico.

Post data: Agradecemos a las alumnas de 4º de ESO B Maimuna Ahmed, Carolina Rodríguez, Tamara Romano, Paola Navarro y Andrea Montes  su colaboración en la sección rafiofónica de hoy.

Bibliografía:


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