martes, 20 de diciembre de 2011

Grandes faraones egipcios.

Estamos a punto de acabar este primer trimestre en el que nos hemos acercado, en estos “momentos arqueológicos” al fascinante mundo antiguo, hemos visto aparecer los primeros poblados neolíticos, como Chatal Hüyük, contemplado el nacimiento de los primeros grandes centros religiosos, como Gobleki Tepe, nos hemos asombrado con el cálculo matemático y los maravillosos restos de las ciudades mesopotámicas como Babilonia y en los últimos programas nos hemos sumergido, de lleno, en el mundo egipcio. A orillas del Nilo, hemos narrado el descubrimiento de la tumba más famosa del Valle de los Reyes y os hemos contado todo lo que hoy se sabe sobre el joven faraón enterrado en ella, Tutankamón y sobre la figura, aún más interesante, de su padre Akenathon, quién llevó a cabo la revolución religiosa más importante de la Historia de Egipto. Pero no quiero dejar el país del Nilo sin hablaros de otros dos faraones cuyos nombres merecen la pena ser recordados: Ramsés II y la reina Hatshepsut.
Como sabéis, nos acercamos a la Navidad, fiesta en la que celebramos el nacimiento de Jesús de Nazaret. Jesús, era judío y según la Biblia, los israelitas llegaron a su “Tierra Prometida”, Israel, guiados por Moisés tras escapar de Egipto, donde habían estado trabajando como esclavos. A este hecho se le conoce como el “éxodo” y para muchos investigadores (aunque no todos están de acuerdo), el faraón del éxodo es, ni más ni menos, que el gran Ramsés II. Vamos a ver qué sabemos de este faraón con fama de mujeriego y famoso por “batir récords”: llegó a vivir casi 100 años, reinó 66, tuvo más de 100 hijos, sobrevivió a 13 de sus herederos y ha sido la única momia que ha viajado en avión ¡con pasaporte! y ha sido recibida en París con Honores de Jefe de Estado. Si uno visita El Cairo puede encontrarse cara a cara, con el rostro enjuto y de nariz aguileña de este faraón de 92 años, ya que la momia de Ramsés II se encuentra en el Museo Egipcio. Ramsés II es el faraón más importantes de la Hª de Egipto, por sus hazañas y por la enorme cantidad de monumentos y obras de arte construidas durante su reinado. Reinó entre el 1290-1224 a.C., nieto de Ramsés I e hijo de Seti I, fue el tercer faraón de la dinastía XIX , considerado un dios en vida y educado desde pequeño para ser faraón. Su mandato fue famoso por la victoria que, según fuentes egipcias, obtuvo sobre las tropas hititas en la localidad de Kadesh. Ramsés II ordenó representar la Batalla de Kadesh en muchos lugares, entre ellos el famoso templo de Abu Simbel. Pero participó en otras batallas, en muchas de las cuales salió vencedor. Para dejar patente su poder, hizo erigir siete templos a modo de señal de propiedad. Fundó una nueva capital Pi-Ramsés. Firmó el primer tratado de paz del que tenemos noticias con los Hititas, sellándolo con un nuevo matrimonio. Se casó varias veces y tuvo muchas mujeres en su harén, pero la Gran Esposa Real y la que más amaba fue Nefertari, a la cual le construyó un templo al lado del suyo en Abu Simbel. Durante su largo reinado hubo prosperidad económica y un gran desarrollo cultural, manifestado en la gran cantidad de obras de arte que tenemos de su reinado, aunque ya se anunciaban los problemas que llegarían con sus sucesores. Murió viejo de una infección generalizada y con dolores. En vida, usurpó monumentos y estatuas de sus predecesores e inició una persecución contra el recuerdo de otro de los “faraones” de los que os voy a hablar hoy, o mejor debería decir “faraona” la reina Hatshepsut .
En 1903 Howard Carter descubrió en el Valle de los Reyes una tumba pequeña que contenía dos momias, una en un sarcófago y otra en el suelo con los vendajes arrancados. Entre los objetos encontrados en la tumba apareció el nombre de Hatshepsut, por lo que se supuso que las momias pertenecían a la reina y a su nodriza. Pero no fue hasta el año 2007 cuando los investigadores egipcios afirmaron haber hecho el descubrimiento arqueológico más importante desde 1922 al identificar la momia de la reina gracias a una muela. Para sorpresa de todos, la momia de la reina era la que había sido saqueada y estaba sin vendajes. Pero, ¿quién fue esta reina que terminó literalmente por los suelos?
Hatshepsut fue una de las reinas más famosas del Egipto faraónico: ocupó el trono entre 1479 y 1458 a.C., y fue una de las "estrellas" de la pujante XVIII dinastía. A ella está dedicado el famoso templo de Deir al Bahri, una de las atracciones más visitadas de la ciudad de Luxor. Hija de Tutmosis I, uno de los grandes reyes de la dinastía, si hubiera nacido varón, habría sido la indiscutible heredera al trono, pero el hecho de ser mujer la había destinado a ser solo la transmisora de la realeza, una Gran Esposa Real. El heredero fue un hijo bastardo, Tutmosis II y ella tuvo que conformarse con ser su esposa, siguiendo la tradición egipcia. Pero al morir su esposo tuvo la oportunidad de conseguir el poder, ya que se convirtió en regente del futuro Tutmosis III, otro de los grandes faraones de la dinastía. Ayudada por dos importantes hombres de la corte, el gran arquitecto real (posiblemente su amante)y el Sumo Sacerdote de Amón, se hizo coronar como rey del Alto y Bajo Egipto. Incluso, se hizo representar con barba, atributo propio de los reyes y, se hizo declarar hija carnal del dios Amón, por tanto un ser de naturaleza divina, y diosa ella misma. Durante quince años de reinado en solitario, el país floreció bajo su Majestad. Se construyeron templos a lo largo del todo el valle del Nilo y se incrementaron las relaciones comerciales con preferencia a las actividades guerreras. Su sobrino, el futuro Tutmosis III, apartado inicialmente del poder, fue finalmente coronado como rey al desposarse con su hija, y el gobierno de Egipto se ejerció, a partir de entonces, en nombre de ambos. Pero hacia el año 22 de su reinado tras la muerte de su hija la reina desapareció de la escena política. Tras su muerte quiso ser enterrada junto a su padre en el Valle de los Reyes, pero sus cuerpos no permanecieron juntos mucho tiempo, su tumba fue violada y su sucesor hizo borrar su nombre de las listas de los reyes egipcios. Aún no sabemos por qué, ¿tal vez en venganza por haberlo tenido apartado del trono?. En todo caso, la memoria de la reina sobrevivió a pesar de que sus nombres fueron atacados y sus estatuas destruidas. Las mujeres siempre ocuparon un importante lugar en el gobierno de Egipto. Pero nadie fue tan poderoso como esta soberana de las Dos Tierras.
Fuentes:
http://www.egiptoaldescubierto.com/personajes/ramses2/ramses2.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Rams%C3%A9s_II
http://www.elmundo.es/elmundo/2007/06/27/ciencia/1182936693.html
http://www.institutoestudiosantiguoegipto.com/bedman_hatshepsut.htm


Elena Toribio

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