lunes, 16 de mayo de 2011

Marie Curie como modelo

Si al azar preguntamos por el nombre de un científico, la respuesta más frecuente es Einstein, pero si preguntamos por una científica aparece ineludible el nombre de Madame Curie, con sus dos premios Nobel: 1903 en Física y 1911 en Química.

María Sklodowska nació en Varsovia en 1867, cuando Polonia estaba sometida a Rusia. Su padre y su abuelo fueron profesores de matemáticas en el liceo. A los 21 años se trasladó a París para continuar estudios en la Facultad de Matemáticas y Ciencias Naturales de la Sorbona.

En 1893 se lincencia en Física y en 1894 en Matemáticas. Un año más tarde se casa con el profesor de física Pierre Curie. A continuación empieza el doctorado. Solo una mujer se había doctorado hasta ese momento en el mundo. Marie sería la primera en París.

Curie fue la primera profesora y la primera catedrática de Física en la Sorbona, al fallecer su marido en 1906. También fue la primera mujer enterrada en el Panteón de París la primera en obtener el Nobel y la única con dos. Su imagen solitaria aparece en todo sus esplendor en las reuniones de científicos que patrocina Solvay, en la que ella era la única mujer.

La tesis doctoral de Marie Curie estaba dedicada a estudiar la radioactividad de las sales de uranio. Durante su realización descubre dos nuevos elementos para añadir a la tabla de Mendeléiev: el polonio y el radio.

Por otra parte, Curie fue una mujer tímida y amable pero con la energía suficiente para ser rebelde, tanto en la ciencia como en lo social: científica y librepensandora educó a sus hijas con el mismo espíritu. Una de ellas, Irène Joliot-Curie, fue también Premio Nobel y formó parte de la Resistencia Francesa, durante la II Guerra Mundial.

Para hacernos una idea de las dificultades del trabajo de Curie tengamos en cuenta que la proporción de radio en las residuos de las sales de uranio era muy pequeño: obtuvo un gramo de cloruro de radio de ocho toneladas de residuos de pechblenda. En cantidades tan minúsculas los porcentajes no son el menor sistema para expresar el contenido, ni siquiera las partes por mil, tendríamos que superar las partes por millón.

Extraído de "Las matemáticas de la química", Angel Requena (2010). Servicio de Publicaciones de la Federación Española de Sociedades de Profesores de Matemáticas.


Jefe del Dpto. de Matemática

Mª del Carmen Torres Alonso

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