sábado, 30 de octubre de 2010

HOMENAJE A MIGUEL HERNÁNDEZ




Hoy, día 27 de octubre de 2010, se cumplen cien años del nacimiento del poeta Miguel Hernández (1910-1942). En diversos ámbitos se están llevado a cabo distintos actos de recuerdo: lecturas, encuentros, charlas, manifiestos... Desde nuestro instituto queremos también rendir homenaje a este imprescindible escritor, y lo hacemos por su obra y por su vida. Miguel Hernández es el poeta pastor, el poeta del pueblo, del amor, de la vida, el poeta de trincheras, autor de obras que sobresalen por su altura poética y como armas de lucha : El rayo que no cesa (1934-35), Viento del pueblo(1936-37) o el Cancionero y Romancero de ausencias (1938-42), entre otras. Inolvidables son los versos dedicados a su hijo en "Las nanas de la cebolla", a su amigo Ramón Sijé en "Elegía" o a su esposa, Josefina en "Menos tu vientre"; los que escribió a la vida en "Llegó con tres heridas" o al preciado bien de la libertad en "Para la libertad". Miguel Hernández escribió, luchó y murió por la libertad, la suya, la de su familia y la de varias generaciones de españoles.
Le agradecemos su obra, le agradecemos su compromiso, le agradecemos que dijera que NO cuando, en la cárcel de Alicante, donde estaba muriendo a causa de la tuberculosis asmática que padeció por las condiciones en que vivía, le ofrecieron asistencia médica a cambio de anular la publicación de Viento del pueblo en España y en Hispanoamérica.
Con emoción lo recordamos y leemos hoy y siempre sus poemas y con emoción citamos sus palabras en la dedicatoria del libro que hizo a Vicente Aleixandre:
"Los poetas somos viento del pueblo: nacemos para pasar soplando a través de sus poros y llevar sus ojos y sus sentimientos hacia las cumbres más hermosas. Hoy, este hoy de pasión, de vida, de muerte, nos empuja de un imponente modo, a ti, a mí, a varios, hacia el pueblo. El pueblo espera a los poetas con la oreja y el alma tendidas al pie de cada siglo"












2 comentarios:

Luis Sánchez García dijo...

Desmadejado, sí, desmadejado
soy por estar contigo, Miguel mío,
el arroyo de luz del labrantío
donde aramos costado con costado,

donde tu cuerpo es por mi cuerpo arado,
donde de espaldas sorbes lo que es mío,
más tuyo ya que el águila del frío
de la cumbre encendida en lo nevado.

Yolanda Jiménez dijo...

Me ha emocionado mucho el poema a Miguel Hernández. Supongo que es de quien hace el comentario. Muy bonito. Me encanta que la entrada al blog haya movido al autor a compartirlo con nosotros. Muchas gracias.