Esta semana protagoniza
nuestro espacio una de las bandas más representativas de la explosión indie de
la segunda mitad de los 90: Los Fresones Rebeldes, una banda barcelonesa
que siguió la estela del Donosti sound (como ellos dijeron: sin la Buena Vida no
habría habido Fresones) pero en la que prevaleció influencias del pop de
los sesenta, el punk y la nueva ola ochentena o el riot grrrll.
Todo comienza a mediados
de los 90 con los futuros seis componentes de los primeros Fresones cada uno
por su lado. Miguel López, un profesor de geología, tocaba los teclados en
Síndrome Tóxico. Buscando un batería para un nuevo proyecto conoce a Felipe
Spada, funcionario de la diputación de Barcelona y periodista político que
había pasado por grupos como Los Bretones y Los Canguros. Ambos formarán Pepito
Sex que acabará disolviéndose. Miguel y Felipe conocen a Cristina Segura que
empezaba como batería del grupo femenino The Blounders y la invitan a cantar
algunos temas al local de ensayo. Juntos formarán Thy Surfin´n Eyes que tampoco
tendrá ningún éxito y que acabará en manos de Miguel tras la expulsión del
resto de sus miembros. Por su parte, Felipe y Cristina comienzan a dar salida a
canciones diferentes a lo que habían hecho hasta ese momento. El proyecto va
cuajando hasta el punto de que deciden que Miguel vuelva a unirse a ellos. Los
tres serán el núcleo seminal de Los Fresones Rebeldes. Tan sólo quedaba ampliar
la formación. A los tres fundadores se unen las antiguas integrantes de The
Blounders: Eugenia e Inés y una hermana de ésta, Cecilia, que nunca se tomarán
muy en serio el proyecto. De esta manera queda lista la primera formación de
Fresones Rebeldes en forma de sexteto con mayoría femenina.
Alfonso Romero
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