miércoles, 21 de marzo de 2012

"La Tarara" en el Día Mundial de la Poesía

Con motivo del Día Mundial de la poesía , efeméride que se celebra todos los años el 21 de marzo desde que fuera aprobada por la UNESCO en 1999, y aprovechando que también este año se conmemora el 75 Aniversario de la muerte del escritor granadino del 27, Federico García Lorca, os dejo esta presentación en Prezi de "La Tarara", una preciosa canción de corro que cantaban las niñas en una época en la que los romances y las canciones populares acompañaban los juegos infantiles y llenaban las calles de frescura. Esta canción tradicional ha sido interpretada por distintos artistas como Ana Belén, Camarón, Rafael Calvo, Joaquín Díaz, Teresa Berganza acompañada a la guitarra por Narciso Yepes o por el grupo de folclore Nuevo Mester de Juglaría entre otros. Federico García Lorca fue un gran apasionado de la música, de hecho fue un pianista frustrado porque no pudo ser un músico profesional, sin embargo esto no le impidió ejercer una gran labor en el proceso de recuperación, armonización y actualización de romances y canciones tradicionales, que posteriormente interpretaba en reuniones informales o en encuentros culturales. Así mismo fue un gran amante del flamenco en una época en la que estaba infravalorado por la clase intelectual, y prueba de ello fue elConcurso de Cante Jondo que organizó junto a Manuel de Falla en el año 1922, que curiosamente ganó un niño llamado Manolo Caracol. Años después, en 1929, estando en Nueva York, justamente en la época del “crac”, de la Ley seca y de los mafiosos más famosos, Federico García Lorca se hace un hueco en la sociedad neoyorquina interpretando junto a la Argentinita (Encarnación López) canciones populares, como “Anda jaleo”, “Los cuatro Muleros”, "Nana de Sevilla", “Romance de los mozos de Monleón”, “Zorongo gitano” o “La Tarara”, que luego serían recogidas en un disco publicado en el año 1931 por la Compañía “La voz de su amo”.





1 comentario:

Luis Sánchez García dijo...

GLOSA A LA POESÍA

Yo no quiero de ti más que lo que te quiero,
yo no quiero de ti más que la pedanía
de los santos lugares de tu geogarfía;
yo te quiero una alondra, y te quiero de acero.

Una alondra acerada de terciopelo espero
de tus ojos dorados y tu boca que envía
si adelanto mi piel al fondo de tu estría
los torpedos de plata con los que me incinero.

Vuelto ceniza ya por tu lengua rebenque
moriré como gallo de pelea en palenque
o dejarás escrita en mí una felonía:

moriré de ser ángel o estar endemoniado,
la cítara del viento me matará a tu lado,
viviré de llamarte, poesía.