Se denomina violencia de género a todo acto de
violencia que se ejerce contra las mujeres por el simple hecho de serlo y que
tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual, psicológico o
emocional, ya sea en la vida pública o en la privada.
Cada cinco días una mujer es asesinada por su
pareja o expareja. En lo que llevamos de año, 44 mujeres han muerto a causa de
la violencia de género. De todas estas mujeres, sólo una minoría denunció a su
agresor.
Este problema se va trasladando cada vez más a las parejas jóvenes. Y es que el 67% de
las víctimas adolescentes no es consciente del maltrato, ya que la mayoría
considera normal el control y los celos como muestra de “amor”.
Pero, ¿por qué se produce la violencia de
género? Vivimos en una sociedad patriarcal, en la que el hombre se considera
mejor que la mujer y por tal razón, este tiene poder sobre ella. Todo esto da
lugar a la violencia frente a la mujer, que se transmite de
generación en generación. El maltratador tiene arraigado el concepto machista
de que la mujer es de su propiedad y eso le lleva a cosificarla. Además el
maltratador genera un vínculo de dependencia emocional con su víctima, de tal manera
que esta en la mayoría de ocasiones no denuncia por miedo.
En cuanto a los jóvenes, la mayoría no detectan las actitudes de la
violencia de género, ni saben diferenciar los efectos tóxicos del amor romántico. Para colmo las nuevas tecnologías agravan la situación y facilitan el control. Tanta es la presión que la pareja ejerce que, con el propósito
de evitar peleas, las jóvenes cambian sus hábitos de vida, evitan a sus
amistades, se aíslan de la familia y solo viven para él..
Por desgracia, todos nosotros conocemos un caso cercano de
violencia de género: en mi instituto, había una chica que desde temprana edad
comenzó una relación con un chico unos años mayor que ella. Al principio, todo
era muy bonito, pero con el tiempo ya no fue tan maravilloso porque él la
controlaba todo el rato, se ponía muy celoso sin razón alguna, la alejó de su familia y de sus amigos e
incluso llegó a agredirla. Yo de primera mano, pude hablar con ella, pero
estaba tan ciega, que nunca se dio cuenta de lo que realmente le estaba
ocurriendo. A día de hoy, sigue con él y tiene pensamiento de casarse, de tener
un hogar y una familia. No quiero
imaginarme cómo acabará todo esto. ¿Cómo podemos hacerle ver a dónde navega su
relación, su vida?.
Si queremos acabar con esta violencia estructural debemos aportar soluciones
como: educar a los niños desde pequeños en un ambiente de igualdad, difundir
información sobre este hecho en colegios y en los institutos, y ayudar a las
personas que pasan por esta situación, animándolas a denunciar.
Para finalizar, la violencia de género sigue estando a la orden
del día y esto no cambiará hasta que llegue el momento en el que la igualdad
sea una realidad efectiva en nuestra sociedad. Mientras tanto debemos trabajar
de forma conjunta para frenar a los maltratadores, evitar más muertes y hacer
posible que en un futuro la violencia de género no tenga cabida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario