El miércoles 23 de enero, 18 alumnos y alumnas de 1º y 2º de
Bachillerato de Ciencias de nuestro instituto participaron con dos profesores
del Departamento de Física y Química en las VIII Jornadas de Introducción al
Laboratorio de Química, organizado por la Facultad de Química de la Universidad
de Sevilla.
Como viene siendo ya una tradición desde
los últimos años, estas jornadas suponen un acercamiento del alumnado con el
mundo universitario y con las disciplinas científicas.
En esta ocasión, diferentes centros
educativos de la provincia fueron recibidos por el personal organizador del
evento, quienes dieron la bienvenida a todos los asistentes y expusieron
brevemente la importancia que la Química tiene en la vida en general, pero
sobre todo en la salud, en el bienestar y en el desarrollo de la sociedad.
Con carácter introductorio, uno de los
profesores de la Facultad de Química realizó una sencilla demostración con dos
alumnos sobre las propiedades que diferentes gases como el hidrógeno o el helio
podían tener al intentar reaccionar con el oxígeno cuando se acercaba un
mechero a dos globos hinchados, cada uno de ellos con uno de estos gases. Todo
el público pudo comprobar con expectación como el globo lleno de helio no
reaccionaba con el oxígeno (es un gas noble, inerte a las reacciones con otros
elementos) mientras que el globo hinchado con hidrógeno explotaba
violentamente, desprendiendo una llamarada de fuego, debido a su carácter
altamente reactivo.
Esta explosión final puso punto y
seguido a las siguientes etapas con las que iba a continuar la visita:
disfrutar de momentos de Ciencia recreativa con el “Rincón de Frío” y a
continuación realizar diversos experimentos en el laboratorio.
En el “Rincón de Frío”, el alumnado y el
profesorado acompañante comprobaron divertidas experiencias con diversas
sustancias: el hielo y la sal, que bajaba el punto de congelación del agua
hasta -17 ºC (la temperatura del congelador de casa); el nitrógeno líquido,
sustancia que condensa a -197ºC, capaz de romper las propiedades elásticas de
las gomillas cuando entran en contacto con él; el hexafluoruro de azufre, un
gas tan denso que permitía que cuerpos colocados encima pudieran “flotar” o
levitar en el aire, ya que la densidad de este compuesto era muy superior; las
variaciones que tanto el helio (gas menos denso que el aire) o el hexafluoruro
de azufre (gas más denso que el aire) podían provocar en la emisión del sonido,
al variar la frecuencia del sonido en las cuerdas vocales de una alumna que se
prestó voluntaria al experimento.
Por otro lado, en el turno de
experimentos en el laboratorio, el alumnado ataviado con la indumentaria
correspondiente (bata, guantes, gafas y cabellos recogidos) desarrollaron
diferentes reacciones químicas llamativas en cuanto a su colorido: obtención de
la “lluvia de oro”, obtención de diversos precipitados y realización de una
valoración en una reacción típica ácido-base. Todo ello con el instrumento de
laboratorio adecuado, siguiendo las indicaciones del profesorado organizador de
las jornadas y con muchas dosis de ilusión, interés y sobre todo participación.
Cristina Frías
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