Continuando con el tema de la vivienda en la antigua Roma, hoy nos hemos centrado en la "domus" y en la "villa", la primera en la ciudad y la segunda en el campo. Recordando el programa de la semana pasada, vimos que el primer tipo de vivienda que se documenta es el "tugurium" (cabaña o choza circular), que más adelante evoluciona a una estructura cuadrangular, hecha de madera y adobe, y después de morrillos de toba, a imitación de las casas etruscas.
Este modelo se va configurando con el tiempo, y el atrio ("atrium") pasa a constituir el germen de la casa romana. Se trataba de una habitación sin ventanas con una simple puerta y con una apertura en el centro del techo, el "impluvium", por donde entraba la luz del sol y el agua de la lluvia, que era recogida en un estanque o depósito, denominado "compluvium". En un rincón del "atrium" estaba el "larario", que era una hornacina dedicada al culto doméstico.
Posteriormente se fueron añadiendo alrededor del "atrium" habitaciones diversas: el vestíbulo (vestibulum), una sala decorada con pinturas para las labores administrativas del "dominus" (tablinum), los dormitorios ("cubicula"), el comedor ("triclinium") y el cuarto de baño ("balneum"). Finalmente, a partir del siglo II a. C. y por influencia griega, se completó la "domus" romana con el "peristylum", que era un patio o jardín circundado por columnas que se situaba en la parte interior de la “domus", y con el "exedra", que era un salón o sala de conversación. La "domus", que era el tipo de vivienda de los más privilegiados, tenía un ámbito público (hasta el "atrium") y un ámbito privado (el resto de la casa), y su apariencia externa era de lo más simple y austera, pues los romanos gustaban más de la decoración interior que de la exterior, dejando la magnificencia para los edificios públicos, templos y palacios.
Para que comprendáis mejor cómo era una "domus", os aconsejamos que veais este pequeño audiovisual pinchando simplemente en este enlace.
A continuación, os ofrecemos otra imagen, en este caso de una domus pompeyana, en donde se detallan y se amplían mejor las partes de este tipo de viviendas:
Además de la "domus", que era la casa señorial de la urbe, estaban las "villae", que eran las casas de campo o las quintas, de las cuales había dos tipos: las "villae suburbanae", que estaban en las afueras de la ciudad y eran amplias y suntuosas, y las "villae rusticae", que estaban dedicadas a la agricultura y ganadería. También existía la "villula" (de "villula-ae), que era una pequeña granja o casa de campo.
"Villa rustica" |
Hasta la semana que viene en este rincón dedicado al mundo clásico.
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