Iniciamos
nuestro programa con un poco de música de cine. Como os comentamos hace algunas
semanas, se encuentra en cartel la película “MONUMENTS
MEN”, dirigida y protagonizada por
George Clooney. Empezamos con los acordes del tema principal de su banda sonora.
Nuestro comentario estaba especialmente dirigido a nuestros alumnos de Historia
del Arte, ya que los hechos reales en los que se inspira se sitúan en la Segunda Guerra
Mundial y en la labor que desarrolló un grupo de expertos para salvar el máximo
de obras expoliadas por las tropas alemanas durante ese terrible conflicto.
Pero volviendo a su música, compuesta por el músico francés Alexander Desplat
(autor de bandas sonoras como “Syriana”, “El curioso caso de
Benjamin Button”, las
primeras de la saga “HARRY POTTER”, las de la saga “CREPÚSCULO” O “EL DISCURSO
DEL REY”), se trata de una composición muy clásica, que con un aire entre épico
y festivo, parece refundir los temas de bastantes películas bélicas.
La
primera sección del pasado jueves 20 de marzo, que es la que presenta nuestra compañera Rosa Calderón, siguió con el análisis del personaje romántico Lady Hamilton, con base en la
película homónima del año 1941 dirigida por el británico Alexander Korda y
protagonizada en sus papeles principales por Vivien Leigh (como Enma Hamilton)
y por Laurence Olivier (en el papel de Nelson). En dicho espacio profundizamos un poco (porque ya sabéis que el tiempo en la radio escolar es escaso) en estos dos
personajes y en el contexto histórico en el que se desarrolla la acción, puesto que consideramos que puede ser de
interés para los alumnos de 4º de ESO y de 2º de
Bachillerato que estudian en Historia este período.
La historia se desarrolla en el último cuarto del siglo XVIII y finaliza en 1815 con la muerte de la protagonista. De fondo, tenemos una Europa convulsa en donde los cimientos del Antiguo Régimen se tambalean por dos motivos fundamentales: el primero de ellos fue la influencia de la Revolución Americana, que puso en práctica un sistema político basado en el liberalismo, promulgó la primera Constitución del mundo en 1787, llevó a la práctica los principios teóricos de la soberanía nacional y la separación de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial), e implantó un modelo de estado federal que sería gobernado por un presidente elegido cada cuatro años por sufragio indirecto; y el segundo de estos motivos, que contribuyó también al desmoronamiento del Antiguo Régimen en Europa, sería el estallido de la Revolución Francesa dos años después (1789).
En Francia, la burguesía tomó el poder, se abolieron los derechos feudales aún imperantes y, a imitación de la Revolución Americana, la Asamblea Constituyente desmontó el sistema anterior, promulgó la Constitución de 1791, diseñó una monarquía parlamentaria, reconoció la soberanía nacional y los derechos fundamentales de los ciudadanos, la división de poderes, y la descentralización de la administración siguiendo el modelo federal americano. Pero el rey y los privilegiados quisieron frenar las reformas, de tal manera que Austria y Prusia -temiendo que el espíritu revolucionario los contagiara- declararon la guerra a Francia en 1792 con el objeto de defender, mantener y en su caso restaurar el Antiguo Régimen. Sin embargo, el resultado no fue el esperado y la respuesta del pueblo francés fue la supresión de la monarquía y la instauración de la República. Un año después, en 1793 la Convención juzgó a Luis XVI por traición y lo ejecutó en la guillotina. Como consecuencia, el resto de las potencias que formarían la Primera Coalición declararon la guerra a Francia.
En
este ambiente se radicalizó la
Revolución, la
República se convirtió en una dictadura del terror y en este
caldo de cultivo, con una guerra de por medio, surgiría la figura de Napoleón
Bonaparte, un gran estratega que conseguiría derrotar a las potencias europeas
de la Primera
Coalición tras la
Campaña de Italia (1796); y que -tras el golpe de Estado
de Brumario (1799)- se convertiría en cónsul, asumiendo un gran poder y
protagonismo. Este mismo año la Segunda Coalición
declararía otra vez la guerra a Francia.
En
este complejo contexto histórico se desarrolló la historia de Enma Hamilton y
de Horacio Nelson. Enma Hamilton fue una hermosísima dama inglesa (1765-1815)
de origen humilde, que fue ascendiendo socialmente, pasando de ser una simple
bailarina a ser la esposa del embajador de Inglaterra en Nápoles en
1791. Y de este modo, la que fue la musa del pintor George Romney y la antigua
amante del sobrino de William Hamilton (Greville), se vería convertida en una
gran dama, en amiga de la reina María Carolina (la esposa de Fernando I de
Nápoles) y viviendo en Italia los últimos años de esplendor de una corte que representaba todo lo que era el Antiguo Régimen.
En 1793, el año en el que –como acabamos de ver- Luis XVI fue guillotinado y la Primera Coalición (de la que formaba parte Gran Bretaña) declaró la guerra a Francia, Enma Hamilton conoce a Lord Nelson cuando este acude a la corte napolitana -que vivía de espaldas a lo que estaba ocurriendo en el resto de Europa- para pedir ayuda en su guerra contra los franceses.
Cinco
años después, en 1798, Enma y Nelson vuelven a encontrarse. En esta ocasión
Nelson ya no es el joven almirante que fue a pedir auxilio al embajador británico:
está más envejecido, ha perdido un brazo y la visión de un ojo. Los Hamilton lo
acogen en su palacio, lo cuidan y de forma inevitable la pasión surge entre
ellos. Curiosamente parece que el esposo de Enma consintió este amor, tal vez
porque era ya un hombre de avanzada edad, porque admiraba a Nelson o porque
prefería esta relación antes que perder a su bella esposa.
En 1799, como decíamos antes, la Segunda Coalición declara de nuevo la guerra a Napoleón, se produce también una revolución en Nápoles que obliga a la familia real a huir a Sicilia. Nelson acude a rescatar a los Hamilton, porque considera que es un deber ayudar a los que años antes lo habían apoyado. En 1800 llegaron los tres a Londres, y a pesar de que Nelson estaba casado no ocultaron su amor. El almirante inglés, encumbrado como héroe por su lucha contra Napoleón, quiso abandonar su vida militar y disfrutar a partir de ese momento de un retiro merecido. Pero, la situación europea y el puritanismo de la sociedad británica impidieron ese deseo. La nueva guerra contra Napoleón, tras la formación en 1804 de la Tercera Coalición liderada por Gran Bretaña, lo sacaron de su feliz retiro con Enma Hamilton y lo devolvieron a la crueldad de la guerra.
Trafalgar (1805), un cabo situado en las inmediaciones de Conil, sería el lugar de la última batalla
en la que participaría. Y paradojas del destino, Napoleón, este personaje omnipresente
a lo largo de toda la película, se convirtió en el motivo de que Enma Hamilton y Lord Nelson se unieran años antes y de que se separaran
para siempre. La vida de estos dos grandes amantes
quedó sesgada por una batalla que cambiaría el rumbo de la historia, al
convertir a Gran Bretaña en la potencia indiscutible de los mares.
Trafalgar Square, en Londres |
Terminamos el apasionante trabajo de Rosa Calderón sobre Lady Hamilton, su contexto histórico y el tratamiento cinematográfico que del personaje se realiza en la película del mismo nombre, escuchando un fragmento de la escena en que Lord Nelson, agonizante durante la batalla de Trafalgar, dedica unos momentos a su amada, pidiendo a sus más leales que sea protegida en adelante.
En cuanto a la sección dedicada a estrenos, hoy os ofrecemos la comedia española que está arrasando en taquilla: “OCHO APELLIDOS VASCOS”. Dirigida por Emilio Martínez-Lázaro y protagonizada por Clara Lago, Dani Rovira, Karra Elejalde y Carmen Machi, se trata de una sátira donde abundan los tópicos regionales (especialmente, sobre vascos y andaluces), y en la que no se pretende más que conseguir situaciones cómicas a base de chistes fáciles y situaciones disparatas. El resultado es una película divertida que no busca profundizar en los temas que se perciben tras las bromas que sirven de base al guión (algunos de estos temas, como sabéis, están relacionados con episodios muy duros y tristes de la historia reciente de España). Como se afirma en la página de CINEMANÍA, En términos locales, como se ha apresurado a señalar la productora Telecinco Cinema, Ocho apellidos vascos ha tenido el mejor lanzamiento de un filme español desde Lo imposible. Y, ateniéndonos a las cifras puras y duras, la película reunió a 400.000 espectadores, amasando en su primer fin de semana un total aproximado de 2,8 millones de euros (http://cinemania.es/actualidad/noticias/21135/triunfo-y-polemica-de-ocho-apellidos-vascos). Si queréis más información, os recomendamos el artículo que aparece citado anteriormente.
2 comentarios:
En esta ocasión, el excelente programa "Jueves de Cine" se centra en diversos temas que despiertan mi interés (como, por otra parte, suele ser habitual).
La estupenda y dinámica "Monuments Men" me ha recordado a aquellas películas de aventuras de las décadas de 1940 y 1950 por su modo de plantear la trama, el trazado de los personajes, el mensaje subyacente en el guión y su música. La partitura del relativamente poco conocido compositor Alexander Desplat es excelente. A pesar de los muchos y prestigiosos premios acumulados durante su carrera y de haber prestado su talento a películas excelentes, su nombre no ha alcanzado, a mi juicio de modo poco justo, la celebridad de otros creadores de su generación, quizás más convencionales en el uso del lenguaje musical. Su indudable capacidad para subrayar la imagen y crear climas dramáticos se evidencia en las obras que el profesor Javier Tinoco cita oportunamente en su programa. A éstas añadiría tres más, que están entre mis preferidas de los últimos años: "El velo pintado" (2007), "The Ghost Writer" (2010), "My Week with Marilyn" (2011). Os recomiendo que las conozcáis porque en ellas encontramos todas las virtudes de Desplat: instrumentación transparente y poco convencional, utilización elegante de la melodía, empleo expresivo de asonancias y armonías.
Muy bien sintetizado el apasionante marco histórico en el que se desenvolvieron las vidas de Lady Hamilton y el Almirante Nelson. Sobre esta magnífica película tuve la oportunidad de hacer un comentario en el excelente programa de la profesora Rosa Calderón, ahora completado con tan alto nivel por el profesor Tinoco. Enhorabuena y gracias.
Olvidé en mi comentario anterior hacer un mención especial a la excelente forma en la que la profesora Rosa Calderón ha realizado la síntesis histórica de la época napoleónica incluida en el programa. Teniendo en cuenta que su especialidad es la literatura, el mérito es aún mayor, ya que por el nivel que alcanza su trabajo puede ser confundido con el de un historiador. La capacidad para establecer interesantes diálogos interdisciplinares, como los que aquí construyen los profesores Tinoco y Calderón, enriquecen estos programas más allá de sus objetivos iniciales. De nuevo gracias. ¡Qué afortunados son vuestros alumnos!.
Publicar un comentario