Como todos los miércoles nuestras alumnas de Proyecto Integrado de Radio, Mª del Mar Cordero y Cristina Gandullo, han iniciado el tiempo de radio haciendo referencia a anécdotas curiosas del mundo del cine extraídas del libro Secretos y mentiras de Hollywood de Javier & Miguel Juan Payán, publicado en 2003 por T&B Editores. La primera que incluimos en el programa de hoy hace mención al productor y director de cine Irwin Allen, quien tuvo que suscribir una póliza de por valor de 70 millones de dólares como seguro contra las picaduras de abejas para todos los que participaron en la producción de la película El enjambre (The Swarn). Desde luego la cifra parece exagerada, pero si tenemos en cuenta que por la película se pasearon más de 22 millones de insectos sin efectos especiales, podemos comprender que el director quisiera proteger a los actores que se vieron en tan difícil rodaje: Michael Caine, Richard Widmark, Henry Fonda o Katharine Ross. (p. 85)
La segunda y última de nuestras anécdotas se remonta a la época en la que ser negro era una
garantía de trabajo en Hollywood. En Secretos y mentiras de
Hollywood Javier & Miguel Juan Payán nos cuentan que en el año 1911 ser
de color era una ventaja en la Meca del cine para conseguir trabajo como extra,
pues en ese año se cumplieron los 50 años del inicio de la Guerra Civil o de Secesión
norteamericana y se hicieron muchas películas
por tal motivo. Este auge fue en ascenso hasta finales de la década de los 20,
pues se estilaban las producciones épicas y exóticas ambientadas en África, en
Oriente o en la Antigüedad. Sin embargo, todo esto cambió cuando llegó el cine
sonoro, pues a partir de este momento se tendió a películas ambientadas en la época
contemporánea, muy urbanas, con pocos extras de color y con un elenco de actores de raza
blanca. Desde luego, el cine de la época no escapó de la xenofobia imperante en
la sociedad estadounidense. (p. 68) De hecho tenemos que esperar
al año 1963 para que la Academia de Hollywood concediera el Oscar al Mejor
Actor a Sidney Poitier por su interpretación en la película Los lirios del
valle. Hoy, por suerte, las cosas
han cambiado y los actores de color tienen el mismo tratamiento que los de raza
blanca, y ni siquiera nos planteamos esta cuestión, pero el logro de Sidney
Poitier rompió esa barrera racista que todavía estaba vigente en los años 60.
Y ponemos el punto y final a esta sección que antecede a Jueves de cine con la voz “travelín” del inglés “traveling” (viajero), término
polisémico que la RAE define como “desplazamiento de la
cámara montada sobre ruedas para acercarla al objeto, alejarla de él o seguirlo
en sus movimientos” y “plataforma móvil sobre la cual va
montada dicha cámara”.
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