jueves, 24 de mayo de 2018

Recordando al Lyceum Club Femenino en la radio escolar


En el último programa de la "Literatura a  través de los textos" y en coordinación con el Plan de Igualdad  se ha realizado en el día de hoy un especial dedicado al Lyceum Club Femenino y a las mujeres que lo crearon. Han intervenido en este programa los profesores Yolanda Jiménez, Concha Román, Alfonso Romero, Rosa Mª Calderón y Javier Tinoco, y las alumnas de 4º de ESO B Celia Romero, Elena González y Lucía Luna que han leído al término de este especial textos de Ernestina Chmaporurcín, Mª Teresa León y Concha Méndez. 
Para la elaboración de este especial se ha utilizado como fuente bibliográfica fundamental una de las últimas adquisiciones de la biblioteca escolar: Mujeres para la historia. La España silenciada del siglo XX de Antonina Rodrigo.
¿CUÁL ES EL ORIGEN DEL LYCEUM CLUB DE MADRID? 
Durante la Dictadura de Primo de Rivera, en 1926, un grupo de mujeres intelectuales y artistas fundaron el Lyceum Club Femenino, la primera  asociación feminista española que buscaba un vehículo para el desarrollo educativo, cultural y profesional, así como la creación de un espacio de encuentro para las mujeres; la reivindicación de la igualdad en una época en la que las mujeres no tenían derechos y vivían por completo a la sombra de los hombres; la defensa de los intereses morales y materiales de las mujeres, posibilitando actividades económicas, científicas y artísticas; y el fomento del espíritu colectivo o asociativo.
Dicha asociación se inspiró en el Lyceum fundado en 1904 en Londres por la escritora Constance Smedley-Armfield (1881-1941) en una época de pleno apogeo del movimiento sufragista y feminista.

Algunas de las que integrarían el Lyceum, como Carmen Baroja y Carmen Monné, habían tenido la oportunidad de viajar sin maridos a Londres y de hospedarse en el Lyceum Club de la capital británica. Este hecho y la necesidad que tenían un grupo de mujeres inquietas de tener un lugar para ellas fue el germen del primer club de estas características en España.



¿CÓMO SE CONSTITUYÓ EL LYCEUM?
En abril de 1926 se celebró la asamblea constituyente bajo la presidencia de María de Maeztu. En esta primera sesión se registraron ciento quince socias y se aprobaron los estatutos de Londres. Una comisión se encargó de buscar un local para el club; otra, de la traducción y la publicación del reglamento internacional, y todas las socias, en general, de recaudar fondos. Meses después, el 4 de noviembre de 1926 se inauguró la primera sede del Lyceum Club, en la Casa de las Siete Chimeneas, de la calle de las Infantas de la capital de España.
La primera junta estuvo formada por María de Maeztu, la directora de la Residencia de señoritas de Madrid, como presidenta; Victoria Kent e Isabel Oyárzabal, como vicepresidentas; Amalia Galarraga, como tesorera; Zenobia Camprubí, como secretaria; y Helen Phipps, como vicesecretaria. De la sección de literatura y de la biblioteca, se ocuparon respectivamente María Lejárraga y María Martos; de la sección de arte, Carmen Baroja; de la de ciencias, María Luisa Navarro; y de las relaciones internacionales, también la esposa de Juan Ramón Jiménez, Zenobia Camprubí. María de Maeztu ejerció la presidencia entre 1926 y 1928, y después fue sustituida por Isabel Oyarzábal hasta 1934.
¿QUÉ REQUISITOS DEBÍAN CUMPLIR LAS SOCIAS DEL LYCEUM CLUB FEMENINO?  
Las mujeres pertenecientes a este club no tenían por qué responder a una ideología o credo determinado, en este sentido era muy abierto. Pero sí tenían que haber realizado estudios superiores, haber destacado como escritoras, artistas o intelectuales, o bien haber participado en obras sociales. Tampoco había una restricción por el estado civil o por la condición sexual, de hecho había socias que se habían declarado abiertamente lesbianas como es el caso de Victorina Durán.
LA IMAGEN DEL LYCEUM CLUB FEMENINO EN LA SOCIEDAD DE LA ÉPOCA.
En la sociedad conservadora y patriarcal de la época no estuvo bien visto que un grupo de mujeres con iniciativa se saliera de los cánones, de hecho fueron tildadas de “liceómanas”, “ateas”, “excéntricas”, “desequilibradas” o “criminales”. Hubo quien pidió su reclusión en la cárcel y escritores como el dramaturgo Jacinto Benvente se negaron a dar conferencias en su sede porque no se dignaba a dirigirse a “tontas y a locas” en un club que fue calificado de  “de maridas” y de “casino”.
Hubo numerosas campañas contra las integrantes del Lyceum, pero quizás la más virulenta fue la que apareció en la revista Iris de paz, el órgano oficial de la Archicofradía del Inmaculado Corazón de María y del comité ejecutivo de la Obra de la Buena Prensa en donde se decía lo siguiente:
 “La sociedad haría muy bien incluyéndolas como locas o criminales, en lugar de permitirles clamar en el club contra las leyes humanas y las divinas. El ambiente moral de la calle y de la familia ganaría mucho con la hospitalización y confinamiento de esas excéntricas y desequilibradas
¿QUÉ TIPO DE ACTIVIDADES REALIZARON?
​En los años en los que estuvo activo el Lyceum Club Femenino  se hicieron cursillos y seminarios de derecho impartidos por las abogadas Victoria Kent, Matilde Huici y Clara Campoamor; fue un lugar de inspiración para escritoras como Ernestina Champourcin, Concha Méndez o Elena Fortún (Encarnación Aragoneses), la creadora de los libros de Celia; se estrenaron o se leyeron muchas obras de teatro como Raquel encadenada de Unamuno; se llevaron a cabo muchísimas conferencias y charlas abiertas tanto al público femenino como al masculino que estuvieron a cargo de prestigiosos intelectuales y artistas de la época como los poetas del 27 Federico García Lorca y Rafael Alberti o las escritoras hispanoamericanas Gabriela Mistral, Victoria Ocampo, Alfonsina Storni y Delmira Agustini; y también surgieron propuestas para derogar ciertos artículos del Código Civil y Penal que atentaban contra los derechos de las mujeres.
Sobre este último punto, se propuso desde el Lyceum peticiones la supresión del artículo 57 del Código Civil que decía así: «El marido debe proteger a la mujer y ésta obedecer al marido», sustituyéndolo por este otro: «El marido y la mujer se deben protección y consideraciones mutuas». Y así mismo la derogación del artículo 438 del Código Penal que rezaba de esta manera: «El marido que sorprendiendo en adulterio a su mujer matase en el acto a ésta o al adúltero, o les causara lesiones graves, será castigado con la pena de destierro» (sic).
Por supuesto el tema del sufragio femenino surgió en el Lyceum y esto condicionó el hecho de que este tema fuera tan importante en las Cortes de 1931 cuando Clara Campoamor consiguió  el voto para las mujeres.


LA CREACIÓN DE LA ASOCIACIÓN FEMENINA DE  EDUCACIÓN CÍVICA.
En 1931 al calor del nacimiento de la II República, hubo un grupo de mujeres más comprometidas políticamente, como Victoria Kent, Clara Campoamor, Isabel Oyarzábal y María Lejárraga, que se alejaron del elitismo que caracterizaba al Lyceum y crearon la Asociación Femenina de Educación Cívica con el fin de tender la mano a mujeres sin recursos que no podían adquirir una formación superior y por veían mermadas sus posibilidades de incorporación al mundo laboral.
EL FIN DEL LYCEUM CLUB FEMENINO.
Con el estallido de la Guerra Civil Española y la derrota y exilio de la República en 1939, se desmanteló por completo  el Lyceum porque atentaba contra la ideología imperante, convirtiéndose en el "Club Medina" dirigido ahora por la Sección Femenina. Hay que tener en cuenta que el Lyceum fue un lugar de reclutamiento de mujeres que querían cambiar España para la República, por tanto fue demonizado por el franquismo.
¿QUIÉNES FORMARON PARTE DE ESTE CLUB?
Las escritora y profesora María de Maeztu (hermana de Ramiro de Maeztu), la también escritora y etnóloga Carmen Baroja (hermanas de Pío Baroja),  la traductora Zenobia Camprubí (esposa de Juan Ramón Jiménez), las abogadas Victoria Kent, Clara Campoamor y Matilde Huici; las estadounidenses Helen Phillips y Mabel Rick (esta última esposa de Ramón Pérez de Ayala), las poetas del 27 Ernestina de Champourcín, Concha Méndez y  Mª Teresa León, la creadora del famoso personaje de Celia (Elena Fortún), la pintora Matilde Calvo Rodero,  y la escenógrafa Victorina Durán entre otras.
Fuentes bibliográficas.
MANGINI, Shirley: “El Lyceum Club de Madrid un refugio feminista en una capital hostil”, Asparkía. Investigación Feminista, en http://www.e-revistes.uji.es/index.php/asparkia/article/view/496
RODRIGO, Antonina: “El Lyceum Club femenino”, Mujeres para la historia. La España silenciada del siglo XX, Ediciones Carena, 2002, págs. 44-47.

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