Continuando con la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, y centrándonos en el papel que las mujeres desempeñan y han desempeñado en la Ciencia, junto con la exposición "LA CIENCIA TAMBIÉN TIENE CARA DE MUJER", fruto del trabajo del alumnado de 3ºESO en Física y Química, hoy se ha completado la exposición con el rendido tributo a Gertrudis de la Fuente.
Fallecida recientemente, Gertrudis de la Fuente representa el esfuerzo de las mujeres de clase obrera en su lucha por
alcanzar la élite en la Ciencia en igualdad de condiciones que los hombres.
Transcribimos a continuación algunas pistas sobre el inmenso legado que esta excepcional mujer ha dejado:
Gertrudis de la Fuente, una científica para recordar
Gertrudis de la
Fuente Sánchez (21 de agosto 1921-23 enero 2017)
"Gertrudis de la Fuente falleció a
sus 95 años de edad a causa de
una afección pulmonar. Con esta pérdida, la ciencia española se despide de una
de sus mejores científicas, que realizó descubrimientos que merece la pena
destacar: fue una pionera española en bioquímica especializada en enzimología. Doctora
en farmacia y profesora de investigación del Consejo Superior
de Investigaciones Científicas, fue la encargada de coordinar la comisión
creada por el gobierno español para la
resolución del problema del síndrome tóxico (1981,
envenenamiento masivo por el aceite de colza). Su legado fue recogido en un
cortometraje estrenado en la primavera de 2016 bajo el título Gertrudis (la mujer que no enterró
sus talentos).
Nacida en una familia humilde de Madrid, Gertrudis personificó
los clásicos problemas de las mujeres españolas en la mitad del siglo XX. Educación inaccesible, profesiones
impensadas y prejuicios que las colocaban en posiciones de inferioridad
respecto a los hombres. En su mente todas estas trabas resultaron de cartón,
por lo que poco a poco las fue derribando, hasta demostrar con su propia
carrera que el género no puede limitar los sueños.
En su infancia soñaba con
ser maquinista de tren, pero en la época en que comenzó a
estudiar estas labores estaban reservadas únicamente para los hombres, y las
mujeres solo podían acceder a la educación primaria o secundaria.
Gertrudis logró acceder al bachillerato cuando se mudó a la
capital del país, y desde allí dio rienda suelta a sus sueños, que encontraron
en las Matemáticas y la Física un
lugar donde crecer. Con el paso de los meses comprendió que su destino estaba
en la Química, donde las
mujeres no tenían tantas trabas para llegar a convertirse en profesionales, y
donde finalmente logró sus mayores descubrimientos.
Con el correr de los años se especializó en enzimología, en
metabolismo de los azúcares y en el síndrome tóxico. Entre sus más grandes logros se destaca el de ser una de las
primeras investigadoras españolas en publicar en prestigiosas revistas
científicas de alcance mundial como Nature, y el hecho de ser nombrada como
catedrática ad honorem en la facultad de Medicina de Universidad
Autónoma de Madrid.
Gracias a sus estudios logró la inclusión de los estudios sobre
las enzimas para el diagnóstico de distintas enfermedades, con lo que acercó el
estudio de la Bioquímica a los
estudios de Medicina.
En vida, Gertrudis de la Fuente recibió numerosos premios por
su trabajo, pero quizá el logro más importante de su carrera es el de destacarse en un campo en el que las mujeres no acostumbraban
ingresar. Con su
tenacidad logró abrir el camino de cientos de miles de colegas, que decidieron
imitar su accionar y dejar en claro que la ciencia también tiene rostro de mujer."
SER UNA MUJER E HIJA
DE UN OBRERO
"Gertrudis cumplía dos condiciones que la hicieron excepcional
en la época a la hora de alcanzar la
élite en la Ciencia: ser una mujer e hija de obrero. “Esto refuerza la idea de que estas
excepciones a las regularidades demuestran que la voluntad pueden más que la
estructura social”.
Lectora ávida, su pasión por el conocimiento y su amor por la
cultura le permitieron pasar de la escuela de chicas a las de chicos, donde se
profundizaba más, pero las constantes burlas y la mentalidad machista la
hicieron objeto de impertinencias y tener que sentarse sola. Pero su
obstinación por el estudio y por la carrera científica fue su obsesión.
Tuvo que interrumpir sus estudios durante la Guerra Civil y
se opuso con coraje a la idea preestablecida del matrimonio frente a su ingreso
en la Universidad, donde conoció a grandes maestros que la apoyaron.
Compaginó sus estudios universitarios y sus primeras
investigaciones con el trabajo de profesora de clases particulares, para no ser
una carga en su familia.
Fue mano derecha de Alberto Sols que mantenía convenios de
investigación con el CSIC, quien animó a su equipo a viajar constantemente a
EEUU para compartir avances científicos
entra ambos países tras los tratados de amistad de Franco. Sin embargo, ser mujer condicionó
que no completara su formación en el extranjero: tuvo que cuidar de su madre
enferma ya que ella era soltera y no tenía hijos, no como su hermana.
Con extraordinaria capacidad para el trabajo, destacó en la
Universidad Autónoma recién creada en la época (1968) donde compaginó docencia
e investigación.
Pionera en bioquímica, publicó sus experiencias en
prestigiosas revistas, y continuó más allá de la edad de jubilación.
«Si tú empiezas a plantear un método,
si tú has leído y dices voy a pensar en eso a ver si sale, no te lo discute
nadie. Yo estoy convencida de que mis compañeros me miraban sin saber si yo era
una mujer o no. Yo era una cabeza.»
Gertrudis en 1981
Fuentes:
1 comentario:
Enhorabuena por el estupendo trabajo que realizas desde la coordinación de "Escuela,espacio de paz".
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