Hoy, 20 de Noviembre, en
Estrasburgo y coincidiendo con el “Día de la Infancia” se le ha entregado el premio Sájarov a la libertad de conciencia,
que concede el Parlamento Europeo, a Malala Yousafzai, la niña paquistaní
que recibió un disparo en la cabeza por
parte de los talibanes por su defensa del derecho a la educación en
su país (y que sigue amenazada de muerte). El líder del grupo de los liberales
en el Parlamento Europeo, Guy Verhofstadt la anunció como ganadora porque “Malala es una inspiración para todo hombre,
mujer y menor”. El
presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, ha reconocdo “la increíble valentía de esta joven mujer”
y que ya «es un icono global en la lucha
por la educación de las niñas, a las que ha dado esperanza en todo el mundo».
Ha afirmado también que el derecho de las niñas a la educación “es comúnmente negado” y recuerda a los
europarlamentarios “su deber con los
niños y especialmente, con las niñas ya que alrededor de 250 millones de niñas
en el mundo no pueden ir a la escuela”.
Malala empezó su lucha por el
derecho de las mujeres a la educación, la libertad y la autodeterminación
cuando tenía once años -ahora tiene dieciséis-, a través de un blog en el que
denunciaba la prohibición talibán a las niñas de ir al
colegio. Los talibanes intentaron asesinarla sin éxito en octubre de 2012.
Desde entonces se ha convertido en un símbolo de la lucha por los derechos de
las niñas y su acceso a una educación universal.
En su emocionante discurso ha
afirmado que «Algunos niños no quieren
consolas o chocolatinas, quieren un libro y un bolígrafo para ir al colegio»,
dedicó el premio «a los héroes sin nombre
de Pakistán y a todos los que luchan por los derechos y las libertades».
Malala lamentó que en su país las niñas «sufran
a menudo acoso sexual y no las dejen ir más allá del perímetro de su casa».
«Hay que cambiar de mentalidad. Un país no es más fuerte por el número de
soldados que tiene, sino por su índice de alfabetismo».
La fundación Malala ha manifestado a través de las redes sociales que el premio es “un honor” y lo interpreta como una señal de que “la voz por la educación que se ha intentado silenciar es más fuerte que nunca”.
El galardón, que la Eurocámara
concede desde 1988 a
personas u organizaciones que destaquen por su lucha contra la injusticia y la opresión
en todo el planeta, está dotado con 50.000 euros. El galardón rinde homenaje al
primer galardonado, el físico y disidente político soviético Andrei Sájarov.
En nuestra biblioteca contamos con el libro que Malala ha escrito contando su experiencia vital. Su lectura nos puede servir para recapacitar sobre nuestra sociedad y nuestro sistema educativo en el que miles de alumnos, teniendo bolis y libros, piden más chocolatinas y consolas, para, simplemente, no hacer nada, no aprovechar el tiempo (ni el suyo, ni el de los compañeros, ni el de sus profesores) y, sencillamente, ser protagonistas principales, pero no únicos, del fracaso escolar. Sólo nos queda luchar por intentar sacar a flote a los que simplemente lo merezcan o lo deseen.
Fuentes:
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/10/10/actualidad/1381397712_434429.html
http://espana.oonot.com/noticias/malala-dedica-el-sajarov-a-los-heroes-sin-nombre-de-pakistan
http://www.abc.es/internacional/20131120/abci-malala-sajarov-201311201426.html
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