Desafortunadamente vivimos en
una sociedad en la que aún existe homofobia tanto en el deporte como en
cualquier ámbito de la vida.
En el contexto deportivo,
podemos observar a través de noticias cómo prácticamente día tras día, partido
tras partido, se dan casos en los que los insultos homófobos están presentes en los campos de fútbol, en las canchas de baloncesto, etc.
Por desgracia, y dado que he jugado durante muchos años al fútbol, puedo afirmar que es algo que me ha tocado vivir en primera
persona. Así pues, he tenido que ver cómo por el simple hecho de estar en desacuerdo con una
decisión arbitral, el colegiado ha recibido insultos como “maricón”, “se te ve
la pluma” y un largo etcétera de repugnantes descalificativos. Obviamente no solo los árbitros son los destinatarios de esos
insultos, también lo reciben jugadores.
Si ya de por sí es grave que
estos insultos se digan desde las gradas por parte de los adultos, mucho más lo es cuando se dicen en presencia de
niños, cosa que me parece terrible. Para empezar hacen uso de la violencia verbal, descalifican y humillan a una persona que está en el campo, y además si lo hacen en presencia de los niños, no les dan un buen ejemplo.
En definitiva pienso que es
algo muy grave, puesto que muchos profesionales o personas que practican un
deporte por pasión, han dejado de hacerlo por el simple hecho de que constantemente
reciben insultos de ese tipo. Por todo ello, pienso que estas conductas han de ser erradicadas de
cualquier recinto deportivo, así como de la propia vida. Nadie merece ser
juzgado ni mucho menos menospreciado por su orientación sexual, así que pienso
que este cambio se ha de realizar entre todos, para que podamos disfrutar de un
deporte sano y que nadie más deje de practicar eso que tanto le apasiona por el
simple hecho de ser atacado o insultado.
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