Esta semana protagoniza nuestro espacio uno de los grupos
fundamentales de las dos últimas décadas: hablamos de los donostiarras La Buena Vida.
En esta primera parte nos centraremos en los años que van desde el 92 al 99. El grupo estaba formado por Irantzu Valencia, Mikel Aguirre, Pedro San Martín, Javier Sánchez, Raúl Sebastián y Borja Sánchez.
Aunque comienzan en el 88, su presentación oficial se
produce en julio de 1992 en la primera fiesta de la discográfica Siesta que,
por aquel entonces, también empezaba. Aunque sólo contaban con una maqueta con
unas pocas canciones, Siesta les da la
oportunidad y obtienen en Madrid un rotundo éxito. La maqueta comienza a
escucharse en la radio y a finales de ese año publican su primer EP “La Buena Vida”
que se abre con su tema más destacable: Hoy es domingo con influencias de The Smiths. La producción es deficiente sobre todo en el
aspecto vocal pero la acogida es inmejorable. La portada será de su habitual
desde entonces: Javier Aramburu.
Su esperadísimo primer LP sale en agosto de 1993, repitiendo en los
estudios De Lucas en San Sebastián, y de nuevo con el nombre de La Buena Vida.
El disco contiene 13 temas ya conocidos porque habían sido tocados en sus
conciertos y sigue su línea de ritmos ágiles, voces alegres y extrema candidez.
Aunque los medios son escasos, la evolución musical es perceptible tanto en
instrumentos como en voces y dejaba asentada una nueva forma de entender la
música que se vino a llamar Donosti Sound
junto a grupos como Family, Le Mans, El joven Bryam o Daily Planet. Su éxito En Bicicleta
ya presagia lo que el grupo nos iba a deparar.
Los éxitos y las buenas críticas siguen aumentando y unos
meses después de la salida de su primer LP lanzan en 1994 un Ep con cuatro
temas inéditos, otra vez bajo el título de “La Buena Vida”. En él se palpan algunos cambios
en Malabares
que aunque conserva su esencia infantil tiene una visión distinta en las
melodías al estilo de Duncan Dhu con magníficas guitarras y coros. El grupo no
para de dar conciertos y acaparar protagonismo. Rockdelux los escoge como mejor
grupo en directo del año.
Su segundo LP
aparece a finales de 1994 con el título de la "La Buena Vida" aunque
para distinguirlo de los tres discos anteriores será conocido como su
primer tema: Los Mejores Momentos, impregnado
de esa especie de alegre tristeza que caracteriza al grupo. Sin separarse de su
línea, el disco muestra una mejoría en letras y sonidos con un cierto aroma de
los 60. El grupo comenzaba a desprenderse del aire naif e inocente de sus
primeras canciones y a incorporar los primeros arreglos de viento y cuerda. Con
este disco llegan a un público más amplio, continúan las actuaciones, es
elegido nuevamente mejor directo del año y se consolida como uno de los grupos
líderes del indie español.
En 1995 editan un nuevo EP “Magnesia” con cuatro temas, entre
ellos el que da título al disco Magnesia, que se convertirá en uno de sus grandes
clásicos. Este disco rompe en cierta forma con el pasado y supone una
sustancial mejora en música y composición. No abandonan su esencia frágil ni
sus clásicos paparapás pero sus
letras muestran una mayor y esperada madurez.
Ese año se estrenan en un evento de gran magnitud como es la primera
edición del Festival de Benicassim. La Buena Vida ya se han hecho un hueco en
la música indie española.
El final del verano del 95 hace que por diversos motivos
los componentes se dispersen lo que afectará a su ritmo de trabajo por lo que
su siguiente Lp, Soidemersol, no
saldrá hasta 1997. La madurez adquirida por el grupo hace que este nuevo disco
se conciba como algo grandioso con unos fabulosos arreglos orquestales,
impensables hasta ese momento. Siesta llega a la conclusión que sólo se puede
conseguir ese objetivo pasando el grupo a una multinacional: Mercury-PolyGram.
Tras buscar a productores de prestigio, deciden producirse ellos mismos ya que
tenían los arreglos muy claros y definidos. Soidemersol está considerado como
el álbum más importante de la Buena Vida por el viraje y el salto de calidad
que supuso en su carrera llegando a un lirismo inusual y sublime. Los temas
fueron muy trabajados y se decidió incorporar el piano de Joserra Semperena, que
se convertirá en colaborador habitual y una orquesta de veinte músicos que se
grabó en Londres bajo la batuta de Louis Phillippe. La mezcla final se hace en
Madrid en el otoño del 96, el extraño nombre del disco se debe a un restaurante
que frecuentaba el grupo por entonces. El tema que se elige como avanzadilla de
este disco será Pacífico,
uno de los mejores ejemplos de la belleza instrumental y la delicadeza que
desprende el álbum. El segundo sencillo será uno de los mejores temas en la
carrera de la Buena Vida, Desde hoy en adelante. Aunque la preparación del
disco para el directo no es fácil, la presentación en Barcelona y Madrid se
saldan con rotundos éxitos ante un público entregado.
La relación con la multinacional se va enfriando al mismo
tiempo que La Buena Vida se va convirtiendo en un grupo de culto, en el que, de
manera natural, las letras y las melodías van evolucionando para hacerse más
complejas. Entre julio de 1998 y febrero de 1999 se graba su cuarto LP: Panorama,
otra vez en Siesta, incorporándose definitivamente José Luis Lanzagorta
a los teclados. Panorama se ha definido como un disco espiral porque gira sobre
sí mismo en torno a una sensación de dulce amargor. El grupo se ha terminado de
encontrar y se ha definido abandonado totalmente la candidez y la inocencia de
sus inicios haciéndose más nocturnos, urbanos y melancólicos. El disco continúa con la
fórmula del disco anterior, es decir arreglos orquestales en unas composiciones
deliciosas, pero dejan de lado las guitarras frente a los teclados y
sintetizadores. Como single de presentación se elige Tormenta en la mañana de la vida que será seleccionada por Rock de Luxe como
una de las mejores canciones nacionales del año. El otro tema que hemos
seleccionado es bonus track con el que se cierra el disco Panorama,
una pieza breve que encandila y enamora como el resto de las canciones. Las actuaciones
programadas por todo el país a raíz de este disco se saldan con un éxito
arrollador que confirman la situación de privilegio de la Buena Vida en la
escena independiente española y también internacional pues este disco se
editará en Corea. Pero la historia sigue y en otro programa nos adentraremos en
los 2000.
Fuentes:
2 comentarios:
Una vez más, gracias a los impagables programas de “Popkesí” recordamos/descubrimos la trayectoria de un grupo imprescindible para conocer la evolución de la música pop española. Afirmo esto porque “La Buena Vida” es como un mapa “biológico” de cómo puede evolucionar vitalmente este tipo de música, desde los asuntos intrascendentes y relajados del comienzo (como si fuera la infancia y adolescencia del sujeto) hasta los temas más profundos, reflexivos y melancólicos que inundan etapas posteriores (siguiendo con los paralelismos, como si se tratara de la edad adulta). Este singular grupo utiliza de manera extraordinaria los sonidos de los instrumentos clásicos (“acústicos” según la terminología de este ámbito musical), especialmente el piano, la guitarra y la batería, dando mucho protagonismo a la línea melódica frente al resto de los recursos. Las canciones electrónicas también están presentes en su carrera, pero en menor medida. De hecho, este conjunto ha manifestado en varias ocasiones no ser muy proclive a lo electrónico, aunque no exista un rechazo radical a ello. De hecho, en los EPs “Magnesia” (1995) y “Eureka” (2000), y en una parte de su disco “Panorama” (1999) encontramos este tipo de propuestas. No obstante, como decíamos, su terreno natural es el acústico, con cuidadas melodías y muy bien planificados arreglos orquestales, gracias a los cuales la voz de Irantzu Valencia luce de modo atractivo. Quizás en todo ello estén parte de las características definitorias de lo que se ha dado en llamar el Donosti Sound. A las muchas excelencias musicales habría que añadir el acierto de las expresivas letras de las canciones, en las que casi siempre se habla de asuntos cotidianos, con una sensibilidad y calidez que dulcifica el ánimo del oyente, que consigue llegar al corazón. Las referencias en el imaginario musical de “La Buena Vida” son múltiples: Marvin Gaye, The Smiths, Neil Young o Georges Moustaki están de alguna forma presentes, aunque esto no comprometa la personalidad inequívoca del grupo, en la que tan importante es lo que se dice como el tono con que se expresa lo dicho. “Desde hoy en adelante” es una de mis canciones favoritas de “La Buena Vida”, por lo que me hace feliz que se haya incluido en el programa.
Espero con mucho interés la segunda parte prometida por el conductor de “Popkesí”, en la que continuará su magnífico recorrido por la carrera uno de los mejores grupos españoles de la últimas décadas.
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