Hoy nuestro programa está
dedicado a Comité
Cisne, que se perfiló desde su
aparición en 1984 como el gran grupo de Valencia, una zona con características
propias, y uno de los más brillantes del rock nacional. Tras dos maxisingles,
dos miniLps y dos Lps echaron el cierre en 1990. Se trata de un grupo que no
merece el olvido por el potencial de sus canciones y su sonido único y
personal.
En Comité Cisne se dieron cita el teclista José Luis Macías que había formado parte
de grupos de pop electrónico como Tomates Eléctricos, Ultima Emoción y Glamour;
el guitarrista y cantante Carlos Goñi,
que había estado en Garage, un trío dedicado al rock fuerte y rápido, Remi Carreres (ex-Glamour) al bajo y Lino Oviaño (ex-Última Emoción)
encargado de las programaciones rítmicas. Dulces horas fue su
primer lanzamiento en 1985 editado por EMI, un maxi-single repleto de
intensidad que conquista al público por su contundencia y el atractivo de sus
melodías y arreglos que evocan influencias de grupos como Psychedelic Furs o
Echo & The Bunnymen. Con un directo potente y elegante, Comité Cisne se
gana al público valenciano.
Tras el primer maxi, Oviaño abandona el grupo y
el ya trío edita en 1986 su primer miniLp con Dro “Comité Cisne”, un trabajo de 6
temas que contiene verdaderos cañonazos de rock eléctrico como Balas de tranquilidad
que fue incluida en el álbum antológico de grupos valencianos de los 80 ‘Pyjamarama’
de 1999 y otro de sus hits: Lágrimas. Desde el principio el sonido de Comité
Cisne se vio definido por la conexión de la potente guitarra con influencias
del rock americano de Carlos Goñi, poseedor además de una personalísima voz que
será uno de los sellos distintivos del grupo, y los teclados de José Luis
Macías y el bajo de Remy Carreres, auténticos apasionados por la electrónica y
el pop inglés. Todo ello dio lugar a unos sonidos vanguardistas acordes con los
que se realizaban en aquellos momentos en el resto de Europa. Sin duda, con
este disco se convirtieron en los grandes abanderados de la tecno y colorista movida
valenciana de la 2ª mitad de los 80.
En el 86 una canción sonaba insistentemente en
los pubs de Valencia, se trataba de Ana Frank. Lo más curioso es que no había sido
editada en disco y circulaba en cintas acrecentando la leyenda del grupo. Ana
Frank se grabó en 1985 en las sesiones de Dulces
horas pero la ruptura con la discográfica la dejó archivada. Tampoco fue
rescatada cuando el grupo grabó su primer disco. La popularidad de los autores
y del tema hicieron que dos empresarios locales: Vicente Mañó y Carlos Simó
fundaran Intermitente, una compañía
para editar a Comité Cisne. Su potencial era evidente y quedó demostrado cuando
se presentan ante 35.000 espectadores, en el campo del Levante, como teloneros
de Simple Minds ante la baja de última hora de los Waterboys. Tras este mítico
concierto en el verano del 86 son encumbrados como los reyes indiscutibles de
la escena afterpunk valenciana. La primera referencia del recién creado sello fue
“El final del
mar”, su segundo miniLp producido por Luis Delgado en el que ya estaba
Ana Frank y otras cinco canciones entre las que destaca Licor, otro de los himnos del grupo
que se había convertido otra vez en cuarteto tras el ingreso en la banda del
batería Rafael Picó, Copi. El disco
presentaba a un grupo poderoso y en estado de gracia que resumía
convincentemente sus influencias: las americanas rockeras de Goñi y las
anglosajonas tecnófilas de Macías y Carreres a lo que hay que sumar la
contundencia de Picó para terminar conformando un rock calificado de épico.
Tras grabar en el 87 un maxi con tres canciones
de Lou Reed, vuelan en marzo del 88
a Inglaterra para grabar el que sería, a la postre, su
primer y último Lp juntos: “Beber el viento”. Las divergencias entre Goñi y Macías eran
un hecho ya que cada uno pretendía llevar el sonido del grupo a su terreno.
Cuando el cuartero llegó a los estudios de grabación apenas tenían esbozadas
algunas canciones y además prescindieron de Luis Delgado en favor de Howard
Turner. Como tantas veces ha ocurrido, la creación entre tensiones dio fascinantes
resultados como Lluvia
de Noviembre dedicada a la gota fría que afecta a la zona de levante
en otoño o el que sería el primer sencillo, la brillante Pedro, el granjero. Su disco más
maduro deja patente el duelo artístico de dos músicos que se admiraban: Goñi y
Macías, guitarras contra teclados.
A pesar de que la química inicial se había
esfumado, tenían todavía cosas que decir a un público incondicional que los
idolatraba, aunque fuera del ámbito valenciano su repercusión fuera escasa, mientras
que la crítica y la radio especializadas los ignoraba. Este disco fue el canto
del cisne de Comité Cisne. Cuatro años de trabajo contra las adversidades
pesaron mucho, las discusiones eran cada vez más frecuentes al mismo ritmo que
bajaban las actuaciones. Tras una desastrosa actuación en Albacete, Carlos Goñi
exigió el control total de la banda al entender que no podían seguir
funcionando con dos líderes ya incompatibles. Semanas más tarde se anunció que
Carlos abandonaba la banda (acompañado de Copi) para formar Revólver, pero eso
es ya otra historia.
Comité Cisne siguió adelante y los que quedaron
reclutaron a dos nuevos miembros: Jesús
Astorga a la voz y Goyo Esteban a
las guitarras y cambiaron de nuevo de compañía pasando a BMG/Ariola. Pero la
suerte de la banda estaba ya echada. En 1990 editan su último disco: “Instinto” con
11 canciones de rock intenso como Nunca. A pesar de su calidad el disco no obtiene
apenas repercusión y la banda decide separarse; con su desaparición también se
cierra una etapa única en la música valenciana: excesiva y apasionante como lo
fue su música. Desde entonces, Comité Cisne se convierte en una banda de culto
y una referencia fundamental del más genuino pop ochenteno. Carlos Goñi rescató el proyecto en 2012 para interpretar en directo los éxitos
de Comité
Cisne.
Fuentes:
http://www.lastfm.es/music/Comit%C3%A9+cisne/+wikihttp://www.elepe.com/comite-cisne/
http://woody-jagger.blogspot.com/
Puchades, Juan: Libreto interior de “Comité Cisne” reedición en CD. 2002
Cervera, Rafa: Libretos interiores de “El final del mar” y “Beber el viento”, reediciones en CD.2002.
Domínguez,
Salvador: Los hijos del rock. Los grupos hispanos 1975-1989. Ed. SGAE. 2004.
1 comentario:
Es muy oportuna la decisión del conductor del programa de ofrecernos un monográfico sobre el espléndido grupo “Comité Cisne”. En mi opinión, los motivos son dos: recuperar la memoria de una música emblemática del pop español de la segunda mitad de la década de 1980 que, injustamente, no es recordada lo suficiente; y difundir el proyecto que Carlos Goñi emprendió en 2012 en una gira en la que su repertorio fue el de este grupo, en los orígenes de su ya larga carrera musical, justo después de “Garage” y antecediendo a “Revolver”.
Me ha llamado poderosamente la atención lo bien que han resistido el tiempo estas canciones, lo que es un claro síntoma de que están llamadas a disfrutar de la calificación de clásicas, entendido el concepto bajo un punto de vista no academicista y alejado de excesos formales. La música intensa de “Comité Cisne” sigue latiendo casi como el primer día. En mi opinión, es un magnífico repertorio para estudiar el pop español de esos años más allá de los lugares comunes de siempre. Es fascinante la mezcla de influencias del rock estadounidense de la década de 1970 con la música que se hacía en el mismo tiempo en que “Comité Cisne” desarrolló su carrera. Síntesis, reelaboración y originalidad se mezclaron en sus atractivas composiciones.
Os recomiendo escuchar las nuevas versiones de la gira del año pasado de Carlos Goñi. Elimina las reverberaciones y los excesos de la batería electrónica, tan de los años 80, para hacer más nítida la música pero respetándola al máximo.
Como de costumbre, el programa nos ha proporcionado unos 30 minutos muy agradables. Muchas gracias por el gran y generoso esfuerzo que supone realizar “Popkesí”. Asimismo, enhorabuena, una vez más, por los excelentes resultados de este trabajo.
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