domingo, 24 de febrero de 2013

CANTAUTORES: SERRAT. MIS POETAS.

Allá por el mes de marzo del pasado año, hicimos en Cantautores un programa dedicado a Joan Manuel Serrat. En el mismo prometimos que haríamos un segundo programa sobre este cantautor catalán centrándonos en sus versiones musicales de la obra de algunos poetas. Y aquí estamos, nuestro programa de hoy recogerá parte de la obra de dos poetas magníficos: Miguel Hernández y Antonio Machado. Podríamos decir que, a pesar de que Serrat ha musicado poemas de muchos autores, entre los que destacan Rafael Alberti, Mario Benedetti o León Felipe, entre otros, son M. Hernández y A. Machado a los que más atención ha prestado en su discografía, hasta el punto de que al primero ha dedicado dos discos completos y uno al segundo.
En 1972, Joan Manuel Serrat edita un álbum dedicado a Miguel Hernández. Contiene varios poemas de este autor musicados, a mi entender, de una forma muy acertada. La música, no solo enriquece a los textos, sino que además les añade honda emoción. Miguel Hernández Gilabert nace en Orihuela el 30 de octubre de 1910 y muere en la cárcel de Alicante el 28 de marzo de 1942. Fue poeta y dramaturgo y, aunque tradicionalmente se le ha encuadrado en la generación del 36, mantuvo una mayor proximidad con la generación anterior hasta el punto de ser considerado por Dámaso Alonso como «genial epígono de la generación del 27».
El labrador de más aire es una de las primeras obras de teatro del poeta, fue publicada en 1937 y se inscribe en el teatro social de su producción. Escrita en verso, tiene una clara intención social, ya que muestra la preocupación de Miguel Hernández por los problemas de la época que vivió, en plena Guerra Civil Española. En la obra, hay una hermosa escena en la que uno de los protagonistas exalta las fiestas mayo. Recorre Miguel, la fauna ibérica (toros, ciervos, cabras, ovejas, lobos, asnos...) y anima a la muchachada a celebrar las fiestas de mayo. La música que añade Serrat completa acertadamente el poema. Es el Romancillo de mayo.
Tomó Serrat la segunda parte del poema El herido - contenido en el libro El hombre acecha (1937-1939)- y lo llamó Para libertad, verso con el que comienza. Conocemos este libro casi de milagro. En abril de 1939 el general Francisco Franco declaró concluida la guerra se había terminado de imprimir la obra en Valencia. Aún sin encuadernar, una comisión depuradora franquista ordenó la destrucción completa de la edición. Sin embargo, dos ejemplares que se salvaron permitieron reeditar el libro en 1981. El hombre acecha es una honda reflexión acerca de la guerra y su sentido. Sin olvidar el compromiso ideológico, es también una llamada a los poetas, a los soldados republicanos, a los españoles todos para advertir de la posibilidad de la esperanza.
EL HERIDO
Para el muro de un hospital de sangre.

Herido estoy, miradme: necesito más vidas.
La que contengo es poca para el gran cometido
de sangre que quisiera perder por las heridas.
Decid quién no fue herido.

Mi vida es una herida de juventud dichosa.
¡Ay de quien no está herido, de quien jamás se siente
herido por la vida, ni en la vida reposa
herido alegremente!

Si hasta a los hospitales se va con alegría,
se convierten en huertos de heridas entreabiertas,
de adelfos florecidos ante la cirugía
de ensangrentadas puertas.

Quisimos leer en el programa las últimas estrofas de El herido y así lo hizo nuestra compañera Concha Román. Después, Para la libertad.

Menos tu vientre es un poema contenido en el libro Cancionero y Romancero de ausencias (1938-1941). Su escritura, por tanto, es coetánea a El hombre acecha. Sin embargo, en el Cancionero, Miguel Hernández logra una síntesis entre lo estético y lo ético. Hay quien ha señalado que en este libro vuelve el poeta al subjetivismo abandonado por su compromiso político. Quizá…, sí es cierto que hace del discurso amoroso su centro, al menos en los poemas como el que traemos Menos tu vientre, un contrapunto entre el ansia amorosa y la llamada que hace a su mujer, que lo salva de la humillación al estar encarcelado. El poeta es capaz de sentirse libre por el amor irradiado hacia su mujer, ella misma logra su libertad de toda angustia. El amor libera y enaltece en el dolor. Lo cierto solo está en su vientre. En la interpretación de este poemas escuchamos la versión de Javier Sin Más y Juan Núñez. Resultó preciosa. No creo que necesite más calificación. Recomiendo escucharla en el podcast del programa.
El álbum sobre la poesía de Antonio Machado que realizó Joan Manuel Serrat vio la luz en 1969. En un principio, poca gente de la discográgica Zafiro, la productora del disco, confiaba en que el elepé cosechara buenos resultados comerciales, pero afortunadamente no fue así, ya que el mismo Serrat afirmó en 2000 que este disco había sido uno de los que más había vendido.
Poeta sevillano nacido en la capital andaluza en 1875, estudió en Madrid en la Institución Libre de Enseñanza. Dio clases en un instituto de Soria, donde conoce a Leonor Izquierdo, de la que se enamora profundamente. A los tres años de casados, ella muere y el poeta, muy afectado, abandona Soria y sus recuerdos y marcha a Baeza (Jaén). Más tarde lo trasladan a Segovia y alterna esta ciudad con Madrid hasta el estallido de la Guerra Civil.

Uno de los temas más memorables del disco fue La saeta, poema incluido en Campos de Castilla, una de sus obras más importantes. El paisaje castellano se identifica con las gentes de Castilla y el atraso cultural y el abandono de las tierras devuelven a Machado a la realidad y a la decadencia del país. Este tema es muy característico de la época a la que pertenece, la de la Generación del 98 y el Modernismo. Sin embargo, La saeta, trata un tema diferente, más cercano a las raíces andaluzas del poeta: una saeta popular sirve a Machado para reivindicar su idea de Jesús y de la religión, que nada tienen que ver con la oficial. El poeta no quiere cantar al Jesús crucificado, símbolo del sufrimiento y el martirio, sino al que anduvo en la mar, una imagen que evoca mucho más la libertad. Hay que apuntar que el tema, tal como Serrat lo graba, trasciende la autoría de Machado y ya pertenece al pueblo. Se canta y se toca en Semana Santa y creo que pocos saben que es un poema de Antonio Machado. Seguro que el poeta sería feliz si pudiera saberlo.
Como hemos dicho arriba, Campos de Castilla (1912, segunda edición en 1917) significa el encuentro del poeta con Castilla, con el paisaje de sus tierras altas donde proyectará su estado de ánimo y encontrará la expresión de la realidad nacional e histórica de España. Pero hay también en este libro nostálgicos recuerdos personales y reflexión sobre los grandes temas de la existencia humana. Así, este hermoso poema, A un olmo seco ¿Representa ese olmo moribundo a Castilla, a España? Algunos críticos mantienen que es trasunto de Leonor, su mujer. Bien sea reflexión general o lamento personal, A un olmo seco nos provoca una emoción que se enriquece con la preciosa música de Serrat.
Y terminamos el programa con uno de los temas más populares del disco: Cantares.
En un resumen periodístico, Miguel de Unamuno resaltó «en estos proverbios y cantares de Antonio Machado se condensa y concreta su amarga sabiduría poética». Ante alabanzas de esta índole, nos sorprende que aún hoy la sección «Proverbios y cantares» de Campos de Castilla siga tan ignorada. De hecho, muchos lectores la descubrieron gracias a esta canción de Serrat. En ella, el cantautor combina una letra suya con alguno de los proverbios de Machado.
Hay que aclarar que, partidario de la República, Machado tuvo que abandonar España tras la victoria franquista y murió en un pueblecito francés -Collioure- tras atravesar la frontera junto con muchos exiliados españoles en 1939. Esto, este triste final de la vida de un gran poeta, es lo que Serrat nos cuenta en la canción. Javier y Juan interpretaron una versión propia de este tema y le añadieron más ritmo y rapidez. Contamos, además, con la profesora Elena Toribio, quien leyó la parte recitada de la canción. La verdad es que disfrutamos mucho con este sorprendente final.

Y así, con esta visión particular de Cantares, agradeciendo, como siempre vuestra atención, se despidió Yolanda, la profesora que con mucho gusto os habla desde las ondas y recordando nuestra próxima cita aquí, en el programa Cantautores, con la estimable colaboración de Javier Sin Más y Juan Núñez y de Rosa Mª Calderón en los controles. Aquí, claro, en la Radio del Instituto, en vuestra radio.









1 comentario:

Rosa María Calderón dijo...

Mi más sincera enhorabuena por este programa tan bonito a Yolanda Jiménez,Javier Sin Más, Juan Núñez, Elena Toribio y Concha Román.