Ya está aquí el verano, las vacaciones, la playa,
la piscina, tomar el sol y ponernos colorados como cangrejos. Nuestra piel
tiene un límite y por muy bien que estemos al aire libre debemos tener mucho cuidado para evitar esas
dolorosas quemaduras que aparecen cuando no tomamos precauciones al exponernos
al sol.
No es lo mismo tomar el sol con crema protectora que
sin ella, a la par que no es lo mismo tomar el sol por la mañana que por la
tarde.
Hoy en nuestro “Tiempo
de ciencia” hemos hablado de cómo evitar que sol nos queme y por eso vamos a
ver a qué hora es mejor tomar el sol y que crema bronceadora debemos de
ponernos. Hemos tenido en el estudio a nuestras alumnas de 1º de Bachillerato B
para
contárnoslo.
¿A qué hora es mejor tomar el sol?
Tal
y como opinan y defienden muchos médicos y dermatólogos especialistas en la
materia, lo mejor (aparte de evitar la exposición directa cuando el sol caiga
perpendicular a la persona), es tomar
el sol por la mañana, antes de las 10 horas, o después de las 17 horas,
ya por la tarde.
Exponerse a los rayos
ultravioleta a primera hora de la mañana
es mejor para evitar desarrollar cáncer de piel, tanto si
optamos por un baño de sol matutino como si acudimos a una cabina de bronceado,
según revela un reciente estudio de la Universidad de Carolina del Norte (EE
UU). Esto se debe a que existe una
proteína llamada XPA, responsable de reparar los daños sufridos
por el ADN a causa de la radiación ultravioleta, que
alcanza su máxima actividad durante la jornada matutina.
Por ello, las
horas más recomendables pasan por la mañana hasta las 10 horas, y luego toda la
tarde a partir de las 17 horas. Se debe evitar, por tanto, las horas más peligrosas:
desde las 10 a las 17 horas.
Tampoco debemos
olvidar:
-
Aplicar la
crema protectora antes de la exposición al sol, por muy morena que sea nuestra
piel.
-
Broncearse
progresivamente: evitar las exposiciones excesivas y continuadas, conviene
tomar el sol poco a poco y no olvidar
que hay que renovar el protector de forma periódica. Volver a aplicar el
producto cada cierto tiempo y siempre tras el baño.
-
Evitar el uso
de fragancias y desodorantes: pueden producir alergias
-
Hay que
extremar las precauciones con niños, ancianos y enfermos
-
Dedicar
atención a las zonas sensibles: rostro, nariz, párpados, labios, escote y pecho
-
¿Y después del
sol? Una buena hidratación
¿Para qué sirven
y cómo se clasifican las cremas bronceadoras?
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La piel se daña con la radiación ultravioleta (UV) procedente del Sol que pueden causar quemaduras,
cáncer de piel y envejecimiento prematuro. Para evitarlo se emplean lociones con filtros químicos solares
que absorben la radiación UV. Las distintas
concentraciones en la loción de estas sutancias determinan el factor de protección solar (FPS) cuyos valores
varían entre 2 y 50. El número mide cuantas veces más se puede estar expuesto
al sol sin sufrir quemaduras que si no se hubiera utilizado la protección
solar. Por ejemplo, un FPS 15 significa que se puede permanecer al sol 15 veces
más. Se estima que una piel normal
puede exponerse al sol sin peligro durante 20 minutos. La mayoría de los
médicos recomiendan un nivel de factor
de protección solar (FPS) de 30 o superior.
Otra
creencia muy extendida es la que tiene que ver con la crema solar, ya que
muchas personas piensan que cuanto más factor de protección utilicemos menos
bronceados nos pondremos. Nada más lejos de la realidad.
Es
necesario que utilicemos cremas con altos filtros para así conseguir que el
cuerpo reciba la menor cantidad de radiaciones nocivas para nuestra salud.
Este hecho no tiene nada que ver con el grado de bronceado que vamos a obtener,
es más, la piel responderá mejor y se bronceará mejor cuanto más cuidada e
hidratada la tengamos, ya que de este modo conseguiremos que nuestro bronceado
dure más.
Algo
que no debemos hacer es dejar de echarnos crema protectora y pulverizarnos agua
en su lugar como cree mucha gente, ya que esto no hidratará la piel, sino que
acelerará el proceso de quema de la piel, pues el propio agua actuará como lupa
y aumentará el efecto de los rayos solares en la piel.
Con este programa
despedimos el “Tiempo de ciencia” por este año, han sido 28 programas intentando
que conozcáis distintos aspectos de la ciencia y siempre con la magnífica
colaboración de los alumnos de 1º de Bachillerato B a los que agradezco infinitamente
su participación. Muchísimas gracias a todos.
FELIZ VERANO Y HASTA EL CURSO QUE VIENE
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