Bab Dads. Tributo a Wes Anderson |
Todo esto me condujo a pensar cuántos libros me debería haber leído y se me han escapado de las manos, y me llevó irremediablemente a arrepentirme por todas las veces que
he dejado de leer un libro para leer su resumen, para ver su adaptación cinematográfica o para hacer simplemente otra cosa. Ahora me doy cuenta de todo lo que me he perdido y he dejado de aprender, porque con los libros no solo disfrutas viviendo otras historias, sino que también aprendes porque son fuente de sabiduría. Ahora me doy cuenta también de lo tonto que he sido por formar parte de una generación a la que mayoritariamente no le gusta leer, y se siente más atraída por en el mundo de las nuevas tecnologías. Por desgracia, cada vez es más raro que a un
joven le guste leer y si le gusta no lo suele decir ya que a muchos de los
jóvenes les da miedo ser rechazados por
tener una pasión tan maravillosa como lectura.
Desde mi punto de vista el principal causante de esto son las redes
sociales, los vídeos juegos y e internet en general. Con esto no quiero decir que
sean nocivos, todo lo contrario. El problema se encuentra cuando los jóvenes, y yo me incluyo entre ellos, no ven más allá de internet y su mundo gira exclusivamente en torno a él, olvidando otros placeres como el de la lectura.
Como os dije al principio, ahora soy consciente de todo lo que me he perdido. Os invito, pues, a leer más y a descubrir un mundo
maravilloso lleno de aventuras, de sabiduría y de experiencias maravillosas que os aportarán mucho a
nuestras vidas porque, como bien dijo Lope de Vega “Es cualquier libro discreto (que si cansa, de
hablar deja) un amigo que aconseja y que reprende en secreto”.
Daniel Da Silva Andrade, 2º de Bachillerato A
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