“Tuvo que vestirse de hombre y trasladarse a Alejandría a estudiar, donde
gracias a su maestro, el famoso médico Herófilo, sacó la mejor nota en el
examen final de medicina”. Su historia es muy curiosa y hemos tenido
a los alumnos: Alejandro Montes, José Manuel Navarro y José Antonio Barea de 1º
de la ESO B para contárnosla
Se llamaba Agnocide y era ateniense. Corría el siglo IV
a.C y con gran decisión, además de permiso paterno, se cortó el
cabello, se vistió de hombre para simular ser un hombre y se trasladó
a Alejandría para estudiar medicina y obstetricia. De mano del famoso médico
griego Herófilo recibió los conocimientos suficientes para sacar la mejor nota
en el examen final de medicina.
En 350 a.C. regresó con el título de ginecología en la mano a Atenas, pero
manteniendo su camuflaje masculino. Creó su propio consultorio para atender a
mujeres de la nobleza en su ciudad natal hasta que acusaciones provocadas por
la envidia casi le impiden seguir con sus investigaciones ginecológicas.
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