Gracias a una de las simulaciones más precisas que se han hecho del proceso
de formación de los planetas de nuestro Sistema Solar se ha revelado el
misterio que rodea a la formación de nuestro satélite, la Luna. ¿Cómo se formó
realmente? Para contestar a esta pregunta hemos tenido a Celia Romero,
Alejandro Perea y Raul Díaz, alumnos de 1º de la ESO, que han leído la
noticia estupendamente.
El planteamiento de la “teoría del gran impacto” explica que nuestro
planeta chocó hace millones de años con otro bautizado como Theia y
esto provocó que una pequeña parte saliera despedida y acabase mezclándose con
los restos de este cuerpo celeste, Theia, que luego formarían la
Luna. Lo cierto es que las muestras de rocas lunares muestran una composición
muy similar a las rocas de la Tierra. ¿Cómo es esto posible si otros cuerpos
del sistema solar presentan composiciones diferentes? Con este planteamiento, Theia debería
haber formado una Luna muy distinta a la actual.
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