Bóreas, Céfiro, Euro y Noto: los dioses de los vientos.

Si en un programa anterior los alumnos de 4º de ESO de Latín nos hablaron de Eolo, el Señor de los vientos, en esta ocasión han completado este tema haciendo referencia a los dioses de los cuatro vientos: Bóreas (el dios del viento del norte), Noto (el dios del cálido viento del sur), Euro (el dios del viento del sudoeste) y Céfiro (el dios del viento del oeste). Estos cuatro dioses eran hermanos, pertenecían a la familia de los Titanes - los seres que personificaban las fuerzas de la Naturaleza-   y tenían como padres a Eos (la Aurora) y a Astreo (el hijo de Cirio y Euribia).

Del primero de ellos, Bóreas, hay que decir habitaba en Tracia, la región más fría para los antiguos griegos; era representado como un genio alado, de gran fuerza física, con barba y vestido con una túnica corta con pliegues; y en alguna de sus representaciones, está provisto de dos rostros opuestos que simbolizaban el viento doble que soplaba del Euripo (el Bóreas y el Antibóreas), de ahí que se le achacara también un carácter muy voluble.

Sus relaciones amorosas fueron variadas, como suele ocurrir con todos estos seres mitológicos. Así, fue el padre de los  jóvenes alados Calais y  Zetes (los boréadas) tras su unión con Oritía; de doce potros ligeros como el viento cuando se metamorfoseó en caballo y se unió con las yeguas de Erictonio; y además, de caballos muy veloces cuando se unió Erinia y a una Harpía.

J. Ferdinand Lancrenon, Bóreas y Oritia (1822)

De sus relaciones, la más intensa fue la que mantuvo con Oritía, la hija del rey de Atenas Erecteo, 

a la que raptó en las márgenes del Iliso. 

¿Sabías que del nombre de este dios procede el adjetivo "boreal" (del latín boreālis), cuyo significado hace referencia al viento del norte?

W. A. Bougherau (1825-1905), Céfiro y Cloris

Con respecto al último de estos dioses, Céfiro, el viento del oeste, hay que decir que se unió a la harpía Podarge y que engendró a los dos caballos inmortales del famoso héroe griego Aquiles: Janto y Balio. La tradición mitológica, también lo vincula sentimentalmente al joven Jacinto y a su muerte, pues -celoso de su rival Apolo- causó el fin del apuesto muchacho. 

Por último, también se lo relaciona (aunque de forma dudosa) con Iris, de tal manera que podría ser el padre de Eros; y con la hermosa Cloris o Flora. De estas dos últimas relaciones, la más pasional y la que más inspiró a los artistas posteriores fue la que mantuvo con la ninfa Cloris (Flora para los romanos), a la que le concedió el don de reinar sobre las flores, los jardines y los campos de cultivo. 

Observemos este hermoso detalle del famoso cuadro de
Botticelli El nacimiento de Venus (1485) en donde podemos ver cómo Céfiro empuja con su viento
a Afrofita recién nacida mientras sostiene con dulzura a Cloris.

Desde el punto de vista léxico-semántico el sustantivo polisémico "céfiro" (del lat. zephy̆rus, y este del gr. ζέφυρος ) presenta tres acepciones en el DRAE:  1. viento de poniente. 2. viento suave y apacible (significado poético) y 3. tela de algodón casi trasparente  y de colores variados.  

Como siempre agradecemos a nuestros alumnos de 4º de ESO de Latín su participación en la radio escolar.

Bibliografía de la BE utilizada por los alumnos:

Constantino Falcón Ramírez, Emilio Fernández Galiano y Raquel López Melero: Diccionario de mitología clásica, Alianza Editorial, 1986

Pierre Grimal, Diccionario de mitología griega y romana, Paidós Ibérica 2010.
Diccionario de la RAE: http://rae.es/