Parece un
título de una obra de Lorca pero no lo es, el mar de Cádiz ofrece estos días
plata y aceitunas y las sirve en un yacimiento
arqueológico encontrado durante las obras de la terminal de contenedores del puerto de
la capital gaditana.
Allí
descansan dos barcos con toda su
carga: lingotes de plata, cerámicas,
munición, planchas de cobre..., y,
sorprendentemente, vasijas cargadas de aceitunas. Dichas embarcaciones son, probablemente
de los S. XVII y/o XVIII, aunque aún falta su estudio
pormenorizado, ya que junto a los lingotes se ha encontrado también, una moneda
de Carlos III. Recordemos que el comercio con América y el traslado a Cádiz de
la Casa de la Contratación en 1717
fueron determinantes para que en los fondos de la bahía descansen un sinfín de
historias de naufragios, de barcos cargados de “tesoros” provenientes del nuevo
continente.
La noticia de la aparición de los dos barcos saltaba
a la prensa la semana pasada, pero no es
demasiado sorprendente si tenemos en cuenta que la riqueza de los fondos marinos de la Bahía de Cádiz es
incalculable. Tan solo en esta área se han documentado 600 posibles naufragios
cuya cronología varía entre los siglos XV y XX, de los cuales unos 200 pueden
estar hundidos frente a las costas de esta ciudad.
Todos los que
están localizados forman parte de un inventario recogido en el Sistema de Información del Patrimonio
Histórico de Andalucía útil para la protección del patrimonio arqueológico
subacuático. Nadie quiere otro “Odyssey”,
así que a partir del año 2007 las autoridades españolas se han tomado muy en
serio la protección del patrimonio submarino. Recordemos que la compañía de
cazatesoros Odyssey localizó y se apropió de los tesoros de oro y plata del
pecio español Nuestra Señora de las
Mercedes hundido frente a las costas españolas y que a España le costó
recuperar...
La
localización de antiguos naufragios se lleva a cabo, normalmente, a través del
estudio y la investigación en archivos y fuentes documentales, a través de hallazgos
casuales o de la propia exploración de los fondos marinos por pescadores y
buzos. Además de estos barcos de la Edad
Moderna cargados de tesoros de oro y plata, en toda la costa gaditana entre
la desembocadura del Guadalquivir y Tarifa, podemos encontrar también, pecios
cargados con otro tipo de “tesoros” de época púnica o romana y con un valor
histórico incalculable.
De algunos de
estos barcos hundidos conocemos el nombre, sabemos que el Fougeaux y el Bucentauro,
que participaron en la famosa batalla de
Trafalgar, se han localizado frente a la Caleta y Camposoto,
respectivamente. De otros conocemos sus ricos cargamentos, y dónde naufragaron,
por ejemplo, el 'HMS Sussex', un buque de bandera inglesa de 48 metros de eslora,
80 cañones y 560 marineros a bordo, naufragó frente a Gibraltar en 1694, pero
desgraciadamente, no sabemos exactamente dónde se encuentra. El navío cargaba
nada menos que 10 toneladas de oro y 100 de plata, en hermosos lingotes,
destinados a comprar la fidelidad del duque de Saboya en la guerra contra
Francia. El valor actual se estima en más de 500 millones de euros. También
sabemos que la nao 'Santa Cruz' se
hundió en Zahara de los Atunes en 1555 cargada con los tesoros de Indias.
Y, eso por no
hablar de otros famosos galeones fuera de las costas gaditanas, como “el de Rande”, que se hundió en 1702
frente a la bahía de Vigo con riquezas fabulosas. Tanta fama tenía aquel
tesoro, tapado hoy bajo miles de toneladas de lodo, que ya el escritor francés Julio Verne hizo que el capitán Nemo
enviara a Rande a los tripulantes del 'Nautilus' para aprovisionarse de oro en
su novela '20.000 leguas de viaje
submarino'. O el famoso galeón 'Santo
Cristo de Maracaibo', cargado con el oro de la flota de Indias, o la nao “San Salvador” que se fue a pique en la
playa portuguesa de Buarcos y Carrapateira en 1555, o la nao 'Nuestra Señora del Rosario' que
desapareció en la playa de Troia (Portugal) en 1589. Todos ellos no son sino
una pequeña muestra de la riqueza del patrimonio sumergido español.
Luis Valero, un cazatesoros español asegura que los lingotes de oro y plata que cargan los
más de 3.000 barcos hundidos en las costas españolas servirían para poner fin a
la crisis de la economía española. Así, de un plumazo. “Sólo en el
interior de los galeones de la época colonial, de 1492 a 1898, calculamos que
hay unas 800 toneladas de oro y 12.000 de plata, oro suficiente como para acabar
con la crisis en España”, insiste Valero apoyándose en los estudios de su colaborador
Claudio Bonifacio, investigador en el Archivo de Indias y autor del libro 'Galeones con tesoros', obra en la que
se ofrece una exhaustiva información sobre cientos de pecios, su carga y su
supuesta posición.
No sería una
mala manera de acabar con la crisis, pero de momento hay que esperar, pues los
dos barcos aparecidos en Cádiz, aunque contienen algunos lingotes de plata,
tienen, de momento, más valor histórico que económico. Para conservar uno de
los pecios que no se ha podido excavar, se ha optado por una solución
innovadora y original en arqueología subacuática, el traslado de uno los barcos
a una plataforma a 5 metros de profundidad para una excavación posterior.
En fin, hay miles de millones de euros hundidos en el
mar a la espera de rescate. Miles de millones de lecciones de historia a la
espera de que alguien se ponga las gafas de bucear y se anime a leerlas...
Fuentes:
http://galeonesbajoelmar.blogspot.com.es/
Elena Toribio
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