El 25 de mayo, los alumnos de 2º ESO A y B, junto con los alumnos de diversificación de 3º y 4º, han tenido el gran placer de viajar a Sevilla; donde han conocido de primera mano, y gracias a su profesora Elena Toribio, historias de gladiadores y reyes cristianos.
Primero visitamos Itálica, ubicada en la localidad sevillana de Santiponce. En tiempos del Imperio romano, esta ciudad desempeñó un importante papel estratégico y económico. Sus orígenes se remontan al siglo III a.C. Tras la guerra con los cartagineses, Itálica se convirtió en una ciudad para los veteranos. Las familias de los emperadores Trajano y Adriano son de Itálica. Además, fue punto
de origen de buena parte de los senadores de la época. Desde los tiempos de Augusto, en el cambio de Era, la ciudad fue objeto de continuas mejoras urbanísticas y arquitectónicas, destacando entre ellas: el Teatro, iniciado durante su mandato o quizá ya en la época de César y con capacidad para unos 3.000 espectadores; el Anfiteatro, uno de los primeros de todo el Imperio en aforo; o la ampliación de la ciudad, acometida en época de Adriano. Poco a poco la bella ciudad hispana llegó a su ocaso en beneficio de Hispalis y Corduba, aunque Itálica no se eclipsa totalmente y todavía en época tardorromana encontramos algunos ejemplos de esplendor ciudadano, como vemos en sus casas o en su necrópolis.Tras un pequeño aperitivo en el parque pasamo
s a visitar el Real Alcázar de Sevilla. Allí los alumnos entraron en un laberinto, en el cual los molestos mosquitos hicieron buena cuenta de nuestros aventureros. Pero no hubo tiempo para parar y pensar en las molestias, estaban ansiosos por descubrir los bellas vistas a los jardines que otorgaba la Galería del Grutesco y, de ahí a ver a las carpas nadando plácidamente en el estanque de Mercurio, donde se hicieron el mayor número de fotos del día. Como nota histórica queremos recordar que el origen del Alcázar, lo podemos situar en la época del primer Califa andaluz Abd al-Rahman III, quien sobre un antiguo asentamiento romano y más tarde visigodo, extramuros de la ciudad, donde al parecer estuvo la basílica de San Vicente Mártir y fuera enterrado San Isidoro, decide edificar su Alcázar en el año 913 de nuestra era, después de la revuelta contra el gobierno de Córdoba.
Después de recorrer las salas del Alcázar y con ellas varias etapas históricas, nos
hicimos merecedores de un buen almuerzo en la Plaza de España, a la cual llegamos atravesando las antiguas y céntricas calles sevillanas. Allí los alumnos descansaron y, algunos, montaron en barcas. Y no podemos olvidar: se fotografiaron con las provincias españolas para un trabajo periodístico que debían realizar para sus profesores.
En fin, un buen día para recordar, a pesar del calor, pero como una alumna señala en su trabajo: UNA PEQUEÑA EXCURSIÓN, UN GRAN APRENDIZAJE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario