El último día de esta semana que hemos dedicado a la poesía en relación con la primavera, quiero incluir en el blog una de mis poemas favoritos. Es una pequeña y delicada composición que Federico García Lorca escribe a una mariposa. A pesar de su aparente sencillez, su lectura siempre me conmueve. A ver qué os parece.
Mariposa del aire,
qué hermosa eres,
mariposa del aire
dorada y verde.
Luz de candil.
mariposa del aire,
¡quédate ahí, ahí, ahí!...
No te quieres parar,
pararte no quieres.
Mariposa del aire
dorada y verde.
Luz de candil,
mariposa del aire,
¡quédate ahí, ahí, ahí!...
¡Quédate ahí!
Mariposa, ¿estás ahí?
FEDERICO GARCÍA LORCA
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