Dedicamos nuestro programa
Jueves de Cine de hoy al largometraje “Memorias de África”, ya que nuestra
compañera Rosa Mª Calderón nos va a ofrecer un interesante recorrido por la
figura y la obra de Karen Blixen, escritora danesa autora de un relato
autobiográfico (“Out of Africa”, 1937) que sirvió de inspiración al
realizador Sidney Pollack.
Fuente: Filmaffinity y https://es.wikipedia.org/wiki/Sydney_Pollack
Nosotros haremos
simultáneamente un recorrido por los principales aspectos de esta ya clásica
producción norteamericana de 1985, de ambientación muy británica.
El guion de la película
realiza una adaptación libre de la obra de Blixen, que en tono autobiográfico
relata la experiencia de la autora en la Kenia colonial de la segunda década
del siglo XX. Según la crítica, Sidney Pollack prefirió ahondar más en las
relaciones sentimentales de los protagonistas, especialmente en la de la escritora con el británico
(norteamericano en la película) Denys Finch Hatton. Este fue el origen de
una de las críticas que recibió la producción: sacrificar el tratamiento de la
cuestión colonial en aras de una película más romántica.
Fuentes https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/df/Karen_Blixen_1913.jpg
y www.allposters.es
Sin
embargo, en la elección del dúo protagonista estuvo precisamente uno de los
grandes aciertos: la química existente entre Meryl Streep y Robert Redford,
actores seleccionados para ambos papeles, además de su extraordinaria madurez
interpretativa, fueron elementos claves del gran éxito de la película. A pesar
de que la elección no estuvo clara desde el principio (por ejemplo, el papel de
Blixen fue ofrecido antes a Audrey Hepburn[1])
y de los problemas que se suscitaron con algunos de ellos[2].
Lamentablemente,
el aparcar la cuestión colonial, aunque evitó que la historia sentimental se
convirtiera en secundaria, no permitió entrar en una de las cuestiones más
polémicas de la vida de la escritora en África: su posición en cuanto a esta
cuestión. A pesar de ello, y por la vía de una maravillosa ambientación, la
Kenia colonial aparece retratada de manera brillante y se realizan varias
sutiles referencias a la cuestión de las relaciones entre europeos y africanos.
No obstante, la personalidad y las actitudes de Karen Blixen salen bastante
bien paradas en la película, aunque en la vida real recibió
duras críticas al respecto. De lo que no hay duda es de la calidad literaria de la autora, de la que Rosa Mª Calderón os va a hablar.
Sin
embargo, sí podemos reconocer en el papel de Meryl Streep a una mujer fuerte que, en un cerrado mundo colonial dirigido por hombres,
consigue mantener una vida mucho más independiente de lo habitual en las
mujeres europeas que vivían en ese entorno. Quizá su condición de extranjera y miembro de
la alta sociedad (no olvidemos que su marido era barón) en un mundo controlado
por los británicos, le facilitó una tolerancia que en otras circunstancias
hubiera sido difícil de imaginar en el contexto del puritanismo de la sociedad
victoriana.
No
obstante, en lo estrictamente cinematográfico, la conjunción de una cuidadísima
dirección y fotografía, un reparto brillante, un guion efectivo, una
ambientación y vestuario extraordinarios y una banda sonora inolvidable (con un
John Barry en plenitud creadora) se tradujo en la creación de lo que hoy
debemos considerar un drama romántico clásico, con un buen número de escenas
para el recuerdo.
Fuente: https://www.ecartelera.com/noticias/29007/curiosidades-memorias-de-africa/
3/10
curiosidades de 'Memorias de África' que quizás no sabías.
Así que os recomendamos este recorrido por la Kenia de la
segunda década del siglo XX, en plena sabana africana, acompañando a Karen
Blixen en los recuerdos de su larga estancia en África. Os dejamos con las
palabras que dan comienzo a esta historia: “Yo tenía una granja en
África, al pie de las colinas de Ngong…”.
[1] https://www.ecartelera.com/noticias/29007/curiosidades-memorias-de-africa/3/10
curiosidades de 'Memorias de África' que quizás no sabías.
[2] Según parece, la falta de
correcta pronunciación de Redford en el papel del británico Denys Finch Hatton, obligó a transformar su
papel en el de un cazador norteamericano. De esta forma, también se podía
justificar mejor la libertad con la que viven su relación los dos protagonistas
en el encorsetado microcosmos de la minoría británica que dirigía la colonia.
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