Como ya decía Gandhi: “La persona que no
está en paz consigo misma, será una persona en guerra con el mundo entero”. Y
es que la paz no significa solo ausencia de guerra, sino que también se refiere a nuestro bienestar interior y al hecho de tolerar, de respetar, de comprender a los demás y de saber perdonar.
Así pues, es necesario buscar y encontrar ese
equilibrio dentro de uno mismo de tal manera que todo lo anteriormente
dicho pueda lograrse. De este modo logremos llegar a ese punto en el que no tiraremos de
las malas palabras ni los golpes, en el que el diálogo se convertirá en el
medio de solucionar nuestros problemas, en el que no se le deseará el mal a otra
persona por el hecho de que haya obtenido ciertos logros, y en el que cosas tan
simples como mantener una amistad será posible porque si uno no encuentras esa
armonía, jamás encontrará la felicidad ni se sentirá bien consigo mismo.
Por todo ello, podemos afirmar que si uno no es feliz consigo mismo, jamás podrá hallar las paz con otras personas. Si uno no acepta sus propios errores, no podrá tolerar los de los demás. Para mi la respuesta es sencilla: no lo creo posible. Y es que es evidente que no puedes hacer el bien cuando tú mismo estás mal. En definitiva, lo realmente importante es evitar que nos atrape lo malo, y dejarnos llevar siempre por lo bueno; y dejar a un lado el odio, la envidia, la venganza, para llenarnos de amor, de nobleza y de perdón. No será hasta entonces cuando podamos vivir en un mundo sin guerras y sin violencias, en un mundo de paz.
Por todo ello, podemos afirmar que si uno no es feliz consigo mismo, jamás podrá hallar las paz con otras personas. Si uno no acepta sus propios errores, no podrá tolerar los de los demás. Para mi la respuesta es sencilla: no lo creo posible. Y es que es evidente que no puedes hacer el bien cuando tú mismo estás mal. En definitiva, lo realmente importante es evitar que nos atrape lo malo, y dejarnos llevar siempre por lo bueno; y dejar a un lado el odio, la envidia, la venganza, para llenarnos de amor, de nobleza y de perdón. No será hasta entonces cuando podamos vivir en un mundo sin guerras y sin violencias, en un mundo de paz.
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