Minerva: la diosa romana de la sabiduría y de la guerra

Minerva, Museo del Louvre

En la sección Carpe diem de hoy martes 29 de octubre las alumnas de Latín de 4º de ESO Minerva Moreno, Eva Reina y Andrea Montes nos han hablado de la diosa romana de la sabiduría y de la guerra, muy identificada con la diosa griega Palas Atenea. 

Según los autores de las obras consultadas por nuestras alumnas para esta sección radiofónica, parece ser que esta deidad no perteneció a las antiguas divinidades del panteón latino, puesto que se documenta por primera vez en Etruria, concretamente en la ciudad de Falerios (al oeste del Tíber y al norte de monte Soracte) que fue conquistada por los romanos. Tras la toma de esta ciudad, los romanos se llevaron una imagen de la Minerva falisca y la instalaron en una capilla situada en el monte Celio, que más tarde se convertiría en el templo de "Minerva capta" (Minerva cautiva), el más antiguo erigido a esta diosa. Señala Pierre Grimal en su Diccionario de mitología clásica que la tradición latina concedía al rey Numa Pompilio (753-674 a.C), el sucesor de Rómulo, el papel de  introductor de Minerva en el conjunto de los dioses romanos de la época.

Tríada Capitolina

Con respecto a su culto Minerva formó parte, junto a Júpiter y a Juno, de la llamada Tríada Capitolina, el conjunto de los tres dioses oficiales en época de los Tarquinios. Debido a esto esta diosa quedó instalada en el Quirinal, primero en el  Capitolium vetus y más tarde en un nuevo Capitolio de carácter majestuoso que se levantó en época posterior. Además de este importante templo en la ciudad de Roma y el ubicado en el citado monte Celio, la diosa Minerva tenía otro templo bastante antiguo situado en el monte Aventino, que fue consagrado un diecinueve de marzo, coincidiendo con la fiesta de Marte (las Quincuatrias). Por este motivo la festividad del dios Marte se hizo extensiva a la de Minerva y era celebrada por todos los artesanos romanos, que la consideraban su protectora.

En cuanto a sus atributos como deidad, hay que decir que inicialmente era  la diosa de los artesanos y de las escuelas, y con posterioridad -durante la época de la helenización de Roma- se asemejaría a Palas Atenea, asumiendo los aspectos de diosa protectora de la ciudad  y de la guerra.

En época imperial su culto se extendió por todos los territorios dominados por Roma, en la propia metrópoli se multiplicaron los templos e incluso los médicos romanos le dedicaron un templo ("Minerva Medica").

Agradecemos, como siempre desde la radio escolar la participación del alumnado del centro y deseamos que os haya gustado la sección de hoy. 

Hasta la semana que viene.

Bibliografía que han consultado las alumnas en  nuestra biblioteca escolar:

Diccionario de mitología clásica de Constantino Falcón Ramírez, Emilio Fernández Galiano y Raquel López Melero, Alianza Editorial, 1986

Pierre Grimal, Diccionario de mitología griega y romana, Paidós Ibérica 2010.