Empezamos hoy el programa con la última
película del realizador manchego Pedro Almodóvar. Se trata de “LOS
AMANTES PASAJEROS”, con la que el director español vuelve a una comedia
de estilo similar a “MUJERES AL BORDE DE
UN ATAQUE DE NERVIOS”. Sin embargo,
parece que esta nueva incursión en el género no ha sido tan afortunada. Así
opina al respecto el crítico Jordi Revert (labutaca.net):
“Los amantes pasajeros” podrá bastarse con sus ramalazos poperos y su
actitud festiva, pero es una comedia ínfima y torpe, de un espíritu de sketch
subversivo que podía valer para los 80, pero que aquí se revela como
modelo caduco y plasta”.
De manera que parece que ni la presencia de buenos actores (Javier Cámara, Lola
Dueñas, Cecilia Roth, entre otros) o de cameos espectaculares (Antonio
Banderas, Penélope Cruz) tapa un guion flojo y poco original. No recomendada
para menores de 16 años. Calificación: 4/10.
Nuestra segunda
propuesta es “OZ, UN MUNDO DE FANTASÍA”, la nueva revisión del clásico que
nos ofrece la factoría Disney. Dirigida por Sam Reimi (lo recordaréis por “SPIDER-MAN”), se trata de una película
entrenida para toda la familia. Con unos actores competentes (no está mal James
Franco, pero mucho mejor el terceto femenino: Michelle
Williams, Rachel
Weisz y Mila
Kunis), falla un poquito el guion, bastante previsible, sobre todo
en su parte central; sin embargo, presenta un inicio y un final espectaculares.
No recomendada para menores de 7 años. Calificación: 6/10.
En la sección dedicada a la música en el cine, hoy os ofrecemos una
selección de temas del repertorio de la música clásica, incluidos en diferentes
bandas sonoras. De esta manera queremos destacaros el importantísimo papel que
en el desarrollo de la música cinematográfica han jugado los compositores
clásicos, hasta el punto de que muchas películas o escenas inolvidables no se
pueden recordar sin que una conocida melodía clásica nos venga a la memoria.
Es el caso, por ejemplo, de “Amanecer”, la fanfarria inicial del
poema sinfónico “Así habló Zaratustra”, de Richard Strauss, sin la que no
podríamos concebir el espectacular inicio de “2001, Una odisea del espacio”,
tal y como lo concibió el genial Stanley Kubrick.
O el “Adagio para Cuerdas” de Barber, que nos lleva al clímax de
un drama en la película “Platoon”, alegato contra la Guerra de Vietnam
que dirige Oliver Stone.
¿Sería lo mismo “Excalibur”, en la que John Boorman nos
ofrece su particular visión de la leyenda artúrica, sin la primera parte del
Preludio (“O Fortuna”) de “Carmina Burana”, compuesta por Orff?
Por último, “Una habitación con vistas”, precioso
film británico de época dirigido por James Ivory, no se recuerda sin “O mio babbino caro”, maravilosa aria de
la ópera “Gianni Schicchi”, de Giacomo
Puccini.
Javier Tinoco
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